Quito, 8 de oct (La Calle) Con la publicación del último informe técnico de la situación económica del Ecuador por parte del Fondo Monetario Internacional, se aclara que la meta del Estado es llegar a “un superávit fiscal”, que sirva de respaldo a los bancos privados.
Según el artículo 33 (reformado) del Código Orgánico y Financiero, son las instituciones bancarias privadas las que tendrán “la primera prelación” para usar esos recursos públicos que se guardarán en reservas internacionales. Los privados están antes de bancos públicos y banca de segundo piso.
Para el economista Pablo Dávalos el programa del FMl acordado con el Ecuador establece recortes del 3.5 del Producto Interno Bruto, es decir cerca de 3.500 millones de dólares.
“Esto significa recortes en personal, salud, en tamaño del Estado que le signifiquen al Gobierno al menos 600 millones de dólares”.
Eso no es todo, representa además un aumento en la recaudación tributaria (impuestos) por al menos 700 millones o 1.000 millones de dólares. El 1 por ciento del PIB.
Ahorros para los bancos
¿Para qué hacen todo esto?, la pregunta es más que evidente, pues como dice Pablo Dávalos, todas esas recaudaciones terminarán en las reservas.
Hace poco, el Ministerio de Economía y Finanzas señaló que la reducción del gasto provendrá de los siguientes rubros:
1,5 % del PIB por mejoras en el proceso de compras públicas, mediante la revisión de procesos, mayor transparencia y lucha contra la corrupción.
0,9 % del PIB por menores gastos asociados con la pandemia.
0,9 % del PIB en racionalización del gasto corriente, cuidando a los servicios esenciales como salud, educación y apoyo a los más vulnerables.
Revisiones a los gastos de capital (inversión) y gastos en general con apoyo internacional y reducción en el gasto asociado a los subsidios de combustibles y mejoras en el manejo de atraso.