Quito 29 marzo (La Calle).– El Bosque Modelo Chocó Andino presentó un listado de Plantas Alimenticias No Convencionales (PANC) a las que rescataron por su valor como patrimonio alimentario. El registro contempla el potencial de más de 450 especies de plantas para comida, bebida, colorantes comestibles, condimentos.
La autora del libro Nina Duarte explicó que una PANC puede ser cualquier parte de la planta como las hojas, el tallo, las semillas, las raíces. “Por ejemplo,la papaya que la compramos en el mercado, pero ¿quién ha probado el tallo, los frutos verdes o las semillas de esta planta?”, señaló.
Duarte planteó que el nivel de nutrición en el territorio nacional ha disminuido de manera sustancial como consecuencia de la disminución en la calidad de la alimentación por el aumento del consumo de alimentos ultraprocesados .
La autora denuncia la simplificación de la producción y el consumo de alimentos por sus consecuencias como la poca diversidad y la monotonía de los cultivos, desarrollando monocultivos. Así provocando la reducción en la capacidad de elección de qué comer y qué aportes nutricionales tiene sobre el cuerpo.
Los beneficios de las PANC
Las PANC no requieren de muchos cuidados por su naturaleza rústica y su fácil cultivo. El Chocó Andino destacó al bledo que se consume después de hervir las hojas, se usa como sustituto de la espinaca, la especia de tallo morado puede ser usada como colorante de bebidas o repostería.
La chaya puede usarse en la preparación de sopas. Las hojas deben ser hervidas alrededor de 20 minutos para eliminar las toxinas. La chilma como raíz que se puede ser empleada en la preparación de harinas, puré, sopas, tortillas, etc. La cúrcuma que puede consumirse cruda o como condimento o colorante natural.
El último de los bosques en Quito
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró al Chocó Andino como una Reserva de Biósfera, zona de conservación y zona de desarrollo sostenible, en 2018.
La reserva está conformada por seis parroquias rurales, Nono, Calacalí, Nanegal, Nanegalito y Pacto, alberga más de 3000 especies de plantas en un área de 124.000 hectáreas. (O.S.)