Quito, 02 feb (La Calle). – Las Fuerzas Armadas ecuatorianas patrullan la frontera con Colombia para frenar el flujo migratorio; aunque con poco éxito, pues no pueden controlar las 24 horas los más de 30 pasos irregulares que existen. Así lo informa la cadena DW
Por otro lado, los militares movilizaron aproximadamente a 200 hombres y 20 vehículos tácticos Hummer a la frontera con Perú, para intensificar la vigilancia por los pasos irregulares usados por migrantes venezolanos; informó el Comando Conjunto.
“Con la finalidad de ejercer un control militar minucioso, permanente y efectivo en el límite político internacional, en la frontera sur, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas reforzó su presencia militar con 200 efectivos movilizados en 20 vehículos tácticos”.
Comunicado Oficial del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas
El contingente deberá “asegurar la eficiencia de las operaciones militares; especialmente en los patrullajes de control y vigilancia de frontera, para evitar el flujo ilegal por los pasos no autorizados”, agregó la nota.
Operativos en las fronteras ecuatorianas
Los refuerzos fueron desplazados a la misma zona fronteriza en la que operan desde la semana pasada 1.200 militares peruanos con el apoyo de 50 tanques, blindados y otros vehículos; con el objeto de impedir el ingreso de migrantes irregulares, en su mayoría venezolanos.
El el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, había anunciado el movimiento de estas tropas hacia la frontera, después de mantener contactos con las autoridades de Perú; país que también militarizó su frontera para detener el paso de migrantes venezolanos.
El cierre de fronteras por la pandemia de COVID-19 ha provocado en la región latinoamericana un creciente movimiento migratorio de venezolanos; que recurren a trochas para cruzar de un país a otro.
Mientras unos buscan regresar a Venezuela, otros se decantan por dirigirse a países del sur del continente bajo el denominador común de buscarse un futuro y escapar del hambre y el desempleo.
La acumulación de migrantes en Huaquillas, del lado ecuatoriano de la frontera con Perú, llevó a su alcalde a proponer un corredor humanitario; propuesta que se ha sumado a las advertencias de ONG internacionales de respetar los derechos humanos y no poner en riesgo a la población civil.
Amnistía Internacional incluso exhortó al gobierno de Lima a retirar sus refuerzos de la zona fronteriza.