Quito, 05 ago (La Calle).– El ecuatoriano Claudio Villanueva finalizó a una hora del ganador de la medalla de oro de los 50 kilómetros marcha, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021. El polaco Dawid Tomala paró el cronómetro en 3 horas, 50 minutos y 8 segundos.
Lo destacable del andarín azuayo fue que, pese a tener una dolencia muscular, desde aproximadamente los 10 kilómetros, decidió no parar y recorrer los 40 km restantes lesionado. Así honró al olimpismo y cumplió la promesa que le hizo a su entrenador, Luis Chocho, fallecido recientemente.
Con un tiempo de 4 horas, 59 minutos y 09 segundos, Villanueva fue el último en cruzar la meta, pero con la satisfacción de no claudicar pese al dolor que sentía y al intenso calor que soportaron los marchistas.
Extenuado, pero con el deber cumplido fue abrazado por sus compañeros de la delegación nacional, Andrés Chocho y Jonathan Amores. Seguramente los jueces y médicos de la organización le pedían que abandone la competencia cuando, en solitario, recorría la última vuelta del trayecto.
Pero él, recordando los días de prácticas extenuantes y llenas de aprendizaje con Luis Chocho, se llenaba nuevamente de fuerza, se secaba el sudor y con la mirada al frente sabía que debía terminar. En su vocabulario no existía la palabra renunciar.
Así fue como el tricolor, padre de Santiago, un niño de seis años con parálisis cerebral, de Joaquín, y esposo de Grace Pintado, hizo la epopeya de terminar una competencia en la que 12 andarines claudicaron.
En los fríos números, Claudio finalizó en el puesto 47, mientras que Andrés Chocho se ubicó en el lugar 19, con un registro de 3h59m03s, y el debutante Jonathan Amores llegó en la casilla 25, con un crono de 4h05m47s.