Ecuador; vanguardias y el Tapón del Darién | Opinión


Por: Alexis Ponce

Éstas «vanguardias» tenemos (no sólo políticas, sino sociales, civiles y culturales), justo pero justo cuando impera la tiranía más brutal del capital, la más brutal y nunca vista antes tiranía del capital, esta vez no cualquier clase de tiranía del capital, sino del peor capital: un capital narco mafioso sicarial bananero y financiero tomado el régimen entero, la Fiscalía, una gran parte de la fuerza pública, del Estado, una parte de la sociedad, en fin.

Justo en el peor momento de pesadilla para todos nosotros, para nuestro pueblo, para DIECISIETE MILLONES DE PERSONAS, no pudieron unir fuerzas, no pudieron unirse, no se unieron aunque sea para la foto final con el pie de página: «La próxima vez, muchachos», aunque sea pegado con la baba del Granja, el más anti-unitario, quien incluso recordó que fue chino de origen al alabarlos, presionando por la división. «Con razónfs», diría Freud.

Queda reconocer y agradecer solamente a quienes en estas larguísimas semanas lo pusieron todo por la unidad, Andrés (Aráuz) en primer lugar. Gracias por pelear hasta el último segundo, a pesar que ya era cada vez más angustiosamente claro que otros jugaban a perder o quemar tiempo para la estocada final a la unidad.

¡Es indignante!

Y ahora ¿con qué cara van a venirnos a seguir hablando los 5 de «unidad», de «programa», si ya ni siquiera los movimientos sociales y demás mediadores en su documento final ponen un mínimo acuerdo básico de exigencia ética: que los 5 por lo menos decidan apoyar al que pase a segunda vuelta. ¡YA NI SIQUIERA ÉSO, que antes tanto demagogizaban las izquierdas; hoy ni éso se puso como posibilidad de los 5. ¿Todos piensan llegar a segunda vuelta? ¡Pero se trataba de lo contrario! Que no hubiera necesidad peligrosa de segunda vuelta. Sólo llegan 2 a segunda vuelta, nunca 5, maldita sea. Así que vayan subiendo apuestas y acomodándose dónde soplará el viento y decidiendo a quién apoyarán. El cálculo como la segunda piel del Ecuador.

Debieran pedirnos perdón por siglos, al pueblo, de comarca en comarca y de celular en celular, a cada ecuatoriano, los 6 partidos que se reunieron por clamor y petición nuestra, colectiva, de tantos y tantas, desde hace más de un mes: PK RC PSE RETO y CD y los ranclados de siempre UP MPD; para, al final, cada uno quedarse por separado, y hasta unito haciendo la trampa pública caza-bobos de desgaste: «los chinos», que volvieron a despertar el viejo fantasma de ser divisionistas, y desde el inicio mismo, portarse como ave de mal agüero.

Es más: ni siquiera se disculpan por presentarse divididos sin generar una sola alianza propia: ni PK ni PSE. Por lo menos la RC irá con RETO; será la única alianza nacional que pudo ser inscrita de entre los 5 que dialogaron por la unidad. Inolvidable fue la imagen de Guillermo Churuchumbi, de PK, con su risa desde tempranito en la pantalla, en el noticiero matinal anunciando que irán «en alianza con CD, y posiblemente con PSE y UP». Al final, con nadie. Aún hay tiempo de segunda vuelta. ¿Y por qué no resolvieron la unidad con la RC? ¿porque no hubo consenso en quién va de presidente, verdad? Circulaba el rumor telefónico de un «pre-acuerdo ya listo», hace 2 semanas, hoy no tiene sentido ni siquiera recordarlo.

Mucha suerte, la mejor de las suertes, a Luisa, a Leonidas Iza, a Verónica Silva y a Diego. Seguiré, «necio como el burro» (me decía mi madre), apoyando la tendencia. O lo mejorcito de mi país, que NO está, por supuesto, en Noboa, en el PSC, en Topic, en la Romo ni en Moreno, Lasso, ni en la Salazar ni en los albaneses.

Pero, acá, casa adentro, ahora, no vendrán con que «Si gana la ultraderecha otra vez, tendremos que unirnos para sumar fuerzas aunque sea en… el Legislativo».

¿Tenemos las «vanguardias» que nos merecemos? En serio, en serio, el Ecuador se merece estas «vanguardias»?

«Es el Ecuador real, el Ecuador que tienes, no tienes más, lucha con lo que tienes a mano», me diría un amigo que hace década y media me recordó la practicidad dolorosa del Ecuador.

Creo que la más terrible respuesta nacional a la inviabilidad de «las vanguardias» y al binario lastre «izquierda – derecha» que en el siglo 21 no sirve pa’ mierda, está en una imagen que no se me fue todos los días de este tiempo de diálogos, esperanzas, cálculos, mezquindades, desprendimientos, jueputismo y utopía: los miles de ecuatorianos que siguen saliendo en masa del país y que se paran a tomar aire, un ratito, en el Tapón del Darién.

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