por Marco Flores
Economista
La economía no es lineal ni es estática. Es dinámica y cambios en el gasto público o los impuestos, producen efectos y resultados que en grado variable afectan el ingreso disponible, consumo, demanda, crecimiento y empleo.
El llamado «gasto tributario» es el sacrificio fiscal en la recaudación tributaria, resultante de normativas y reglamentos que exoneran, reducen o difieren el pago de impuestos para una parte de los contribuyentes.
Según el propio Servicio de Rentas Internas (SRI), el gasto tributario estimado para el año 2021 ascendió a 6.339 millones de dólares, equivalente a un 6 % del PIB y un 49 % de la recaudación tributaria neta de impuestos administrados por el SRI.
El gasto tributario o sacrificio fiscal en Ecuador sigue concentrado en beneficiar a grupos económicos de grandes ganancias. La nueva reforma tributaria propuesta por el gobierno debe ser mucho más equitativa y justa, pero además, debe serlo sin asfixiar la inversión, ni la actividad económica, ni a las familias, ni a las empresas.
Si los impuestos son excesivos se estanca o reduce la demanda y eso impacta en el crecimiento y el empleo. Por el lado de la oferta se afecta la inversión productiva y con ella la producción, y el resultado nuevamente será negativo sobre el crecimiento y el empleo.
