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Ecuador es el epicentro de la violencia en Sudamérica

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Quito, 12 ago (La Calle).- Ecuador alcanzó, en 2022, una tasa de homicidios de 25,9 por cada 100.000 habitantes. Superando por siete décimas a México con 25,2. La organización Insight Crime dijo sobre nuestro país. “En Ecuador, la situación fue verdaderamente catastrófica. Los niveles históricos de cocaína que ingresaron al país intensificaron la violencia, y los asesinatos se dispararon, en tanto que los ataques contra funcionarios judiciales y los asesinatos de policías por parte de las bandas criminales alcanzaron niveles récord”.

En el 2023, la inseguridad y los homicidios han aumentado exponencialmente. El asesinato de Fernando Villavicencio es una muestra de ello. Constantin Groll, director de la oficina de la Fundación Friedrich Ebert (cercana a la socialdemocracia alemana) en Ecuador, le dijo a DW que “cada vez queda más claro que Ecuador es el centro de la violencia en el mundo andino, superando la tasa de homicidios de México […] Hay muchos indicios de que estamos reviviendo la historia mexicana de los 2000, con el gran auge de los carteles mexicanos, ojalá se puedan aprender lecciones de aquel caso”.

¿Qué se puede hacer?

Para los representantes de organizaciones y partidos alemanes en Ecuador es necesario recuperar la institucionalidad. “Los candidatos deben dar propuestas concretas y realistas, no hacer promesas irreales, como ha sucedido antes, promesas que ningún gobierno ha sido capaz de cumplir. Es importante que se vuelva a un realismo claro de qué es lo que se tiene que hacer a largo plazo para que se dé una nueva estabilidad, también en lo social, para que se dé una justicia social verdadera, un intercambio entre diferentes grupos políticos para trabajar por el país y no en favor de grupos de interés”, dijo a la DW, Johannes Hügel, representante de la Fundación Konrad Adenauer (cercana al partido democristiano alemán CDU) en Ecuador.

El país vivirá su período de elecciones anticipadas bajo la sombra de un estado excepción decretado por el presidente Guillermo Lasso, el 10 de agosto, tras el asesinato de Villavicencio. Resta esperar que el plan de seguridad del nuevo mandatario surta efecto inmediato para apalear la crisis. (MIB)