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Ecuador, el país del realismo trágico (opinión)

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Por: Sebastián Jarrín / @seb_astian1001

Ecuador, país megadiverso; con mar, selvas y montañas; lleno de volcanes y cerca unas islas encantadas. Plagado de paisajes que deslumbran a propios y extraños y configuran el escenario ideal de un paraíso terrenal lleno de realismo mágico. Sin embargo, la magia choca con las distintas realidades de nuestro día a día, y nos lleva a un realismo trágico.

El Ecuador vivió un despertar en octubre pasado, en relación a los medios de comunicación y su rol en la sociedad. Personalmente, no entendía cuando Rafael Correa calificaba a los medios de comunicación como “prensa corrupta”, me parecía una exageración de su parte. Pensaba así porque no había vivido esta relación incestuosa entre medios de comunicación y grupos de poder. Esto quedó claro en octubre, cuando los medios transmitían caricaturas mientras los policías hacían gala del uso excesivo de la fuerza.

La gente entendió que la realidad no correspondía a lo transmitido por TV, radio o prensa. Entendió que no tenía que ser correísta para ser opositor al Gobierno. Y el hecho de escuchar constantemente a autoridades del Gobierno en los medios de comunicación, manteniendo aquel discurso de “la culpa es de Correa”, incrementaba la desconexión entre la ciudadanía, el Gobierno y sus voceros.

Así llegamos a un estado de cosas donde la verdad dejó de importar, solo importa quién lo dice y quién lo replica. Entonces tenemos un “puente en Mataje para el narcotráfico”, un Vicepresidente “encarcelado por las fuerza de las circunstancias”, “70.000 millones robados en corrupción”, un presidente sentenciado en primera instancia por “montar una red de corrupción a través del influjo psíquico”… y así podría continuar con una serie de falsedades.

Pero esto se pone peor. El Gobierno de todos, descubrió que la realidad es la que uno quiera que sea y así parece entenderlo nuestra clase política. María Paula Romo declaró “la realidad supera a la legalidad”, y de esa manera empezó el desfile de realismo trágico: En el Consejo Consultivo de organizaciones políticas dicen que la realidad superó todo, por lo que se debe aplazar elecciones. A pesar de los miles de muertos y contagiados y de tener uno de los índices más altos de mortalidad en el país, Nebot dice que lo de Guayaquil es un éxito. Aunque encuentren cajas y cajas de pruebas y medicamentos para ser distribuidos en hospitales públicos, basta con publicar un video diciendo “yo no sabía”. Una fuga sale mal cuando se estrella la avioneta, y la respuesta es una persona sin memoria y otra que “vivía en otra realidad”.

Debemos recuperar la verdad como un punto de partida para cualquier actividad, ya sea comercial, académica o política o para cualquier proceso organizativo que pretenda culminar en una opción electoral en 2021. Rescatar la honestidad intelectual y sobre todo la coherencia, de lo contrario somos el país de la doble y triple moral hundidos en la tragedia.