Quito, 25 nov (La Calle). – Después de firmar una carta de intención con el Fondo Monetario Internacional, el presidente Lenín Moreno decidió quitar el subsidio a los combustibles y, con ello, aumentar su precio.
Las protestas que vinieron después lo dejaron contra la pared de tal forma que tuvo que derogar el decreto que subía la gasolina y mantener un diálogo con los sectores indígenas.
Ahora, el asesor político ecuatoriano Jaime Durán Barba, dijo lo que entre dientes algunos analistas susurraron: las FF.AA. tenían previsto quitarle su apoyo.
En el medio de comunicación Perfil, Durán Barba publicó su columna de opinión. En ella aseguró que pudo observar de cerca algunas situaciones de golpe de Estado.
En el caso ecuatoriano, mencionó que cuando las protestas de octubre se desataron en caos, “el alto mando militar le sugirió a Moreno que renunciara”, dijo. La opción de la cúpula de las FF.AA. era traer al expresidente Rafael Correa, pero “la policía, que detesta al ex mandatario, se opuso y denunció la palmada (sugerencia de los militares)”, siguió el relato. Para Durán Barba, la única salida que encontró Moreno fue trasladar la sede del gobierno a Guayaquil y así controlar la situación.
¿Qué pasó después?
Tan solo dos días después de la finalización del paro nacional, el 15 de octubre de 2019 el presidente Moreno emitió los decretos 895 y 896. En ellos deponía a Roque Apolinar Moreira Cedeño como jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas; y a Javier Pérez Rodríguez, como Comandante General de la Fuerza Terrestre.
La decisión la tomó a pesar que ellos mantuvieron su respaldo, incluso público y en transmisión televisiva, al presidente Moreno.
