Quito, 4 jul (La Calle) Al menos dos funcionarios de Cancillería tendrían alguna relación con CIBEI, una empresa colombiana que promocionaba por Youtube y otras redes sociales, seminarios de preparación para los aspirantes al concurso de terceros secretarios organizado por la Academia Diplomática del Ecuador.
El Centro Iberoamericano de Estudios Internacionales (CIBEI), promociona ser la escuela de formación diplomática número 1 en Colombia y ofrece cumplir el sueño a sus cursantes de ser diplomáticos tras el pago de 600 dólares. Tanto el video promocional de Youtube como en otro escrito se incluye a tres funcionarios de Cancillería como parte del equipo docente, ellos son: Carla Cárdenas, Patricio Muñoz y José Gori. Los dos primeros del servicio exterior ecuatoriano y el tercero, embajador de carrera, según el documento.
La Calle pudo confirmar que en los primeros dos nombres existen coincidencias. Según información de Cancillería. Carla Karina Cárdenas Batallas es tercera secretaria de la Dirección de Cooperación Internacional Bi y Multilateral; mientras que Patricio Muñoz es segundo secretario de la embajada del Ecuador en Rusia.
De confirmarse esta relación entre una empresa colombiana y dos funcionarios de Cancillería, al menos, se pone en duda la transparencia del concurso para seleccionar a 25 terceros secretarios con un sueldo de 1412 dólares menos descuentos de ley. Al momento y por motivos de la pandemia, el proceso de selección, que inició a finales de 2019, está suspendido, tras las pruebas sicológicas y de conocimientos, restan por tomrse los test de inglés.
Ante esta situación y otros aspectos que cuestionarían los resultados del concurso, 10 aspirantes solicitaron a la comisión de Soberanía, Integración, Relaciones Internacionales y Seguridad Integral de la Asamblea Nacional, la comparecencia del titular, José Valencia, este último viernes 3 de julio de 2020.
Valencia defendió el concurso y afirmó en redes sociales que es tal, el nivel de transparencia que “cuatro personas de su staff se presentaron y solo una de ellas pasó los primeros filtros. No hay influencia externa”.
“De mi parte, consulté a la empresa colombiana y me ofrecieron prepararme con el banco de preguntas del proceso de selección, se refirieron también a que contaban con diplomáticos de carrera. Yo no seguí el curso, pero conozco quienes sí lo siguieron, apenas uno pasó”.
Una de las aspirantes, Georgiana Braulete no se quedó callada y le advirtió al Canciller sobre estas empresas en twitter: “no es solo la empresa colombiana, otra nacional también ofertaba cursos”. Braulete hace referencia a Conecta Law, una firma de abogados que promocionaba “cursos de preparación de ingreso a la carrera diplomática”. En su Facebook se encuentran fotos de los cursos dictados.
Según esta denunciante, además hubo otras omisiones en el concurso, como que jamás se le asignó un código a los postulantes, tal como constaba en el reglamento de aplicaciones, desde el inicio del concurso.
“No hubo anonimato. Hasta para dar una prueba nos llamaban con nombre y apellido, por eso pude descubrir personas que en un concurso anterior, ya fueron aceptadas en el servicio exterior y ahora vuelven a participar, como la hija de un ex asambleísta del Azuay que estuvo en Italia”, dice esta joven que por segunda vez vio frustrado su intento de alcanzar un cargo diplomático.
“Nos estamos organizando para hacer procesos legales, sostiene. Somos más de 10 personas y poco, estamos sumando más”, sostiene.
Otra de las críticas, tiene que ver con la empresa contratada para el proceso de selección, extraoficialmente se cuestiona el monto por el que fue contratada (sobre los 80 mil dólares) y como expresa el internacionalista Luis Felipe Román, “no tenía la competencia para desarrollar estos procesos”.
Este Gobierno reabrió la Academia Diplomática cuestionando el rol de los procesos de “diplomacia abierta” desarrollados por la gestión anterior. En la convocatoria participaron casi 400 personas a nivel nacional.
