¿De qué se quejan los «VIP’s»?

Alexis Ponce

Quito 3 de mar (La Calle).- Pero si esto es lo querían las élites, que se hiciera caca todo, que el Estado Nación no funcionara desde dentro. Eso que buscaron desde 1984, las élites separatistas y en especial la voraz lumpen-burguesía «nacional» entre 1992-1999-2003 lo logró el huasicama amazónico ‘Boltaire’ devenido en Ecuador en ‘el buen muchacho’ con Baki: de Trump; con Jarrín: del Pentágono, y con Mario Pazmiño y la Policía, de la DEA.

Adentro es el querido mayordomo de la élite oligárquica (la Finca Algodonera en la célebre metáfora de Malcolm X para referirse al esclavo que nunca será ascendido socialmente en la escala clasista, que no será visto jamás como «uno de nosotros» (no será admitido con tarjeta dorada en el Club La Unión, solo con tarjeta blanca de «Invitado» en agradecimiento por los favores hechos: ley anti-laboral; ley de la dolarización; privatización de tanto; etc.); pero que se siente dichoso sirviéndolos, labora adentro de la Finca, al resguardo de su amigo Nebot y las cámaras empresariales y que vive en un cuartito [Carondelet] cedido para él solito y su mujer; cómodo y feliz de estar dentro en la Gran Casa del amo, no afuera, no aguantando palizas, ni hambre, ni falta de vacuna y pobreza, no; sino dentro, recibiendo palmaditas al hombro, y hasta la vacuna VIP: ¡él tan!, y vestido de librea como caballero elegante con damita distinguida; y que si al amo le duele la barriga, el negro (en este caso, el cholo) de la hacienda dice: «Estamos enfermos, amo?»)

El peor año del Gobierno

Sostengo la tesis de que el Morenato 2020-2021, que es el más fatídico período de todo su ‘mandato’ (mandadero más bien); es el resultado de factores exógenos, supranacionales, de decisiones crueles de las élites a las que él sirve como nadie lo ha hecho; pero también es resultado de la Implosión del Correísmo (estilo Moscú post-caída de los muros) fragmentados en mil fracciones, por sus contradiciones, bloques de poder y nivel de corrupción.

El correísmo entre 2017-2020 implosiona, más logra una rápida reconfiguración tanto externa como interna (UNIDOS; y PAIS ahora) a lo Putin con una nueva generación pública (Aráuz-Carrascal) que la élite no logra descifrar, solo denigrar. Cuando estalla la URSS (cuando estalla la RC y PAÍS) con el borracho de Yeltsin (el pícaro de Moreno) emergen como hongos y se multiplican a toda la nación mafias y bandas que controlan desde la venta de vodka hasta de armas letales, misiles, etc; cunde la infame trata de mujeres eslavas para el cartel de la prostitución en Europa y Dubái.

Ya no hay orgullo nacional; lo han despedazado todo, han hecho privatizaciones a granel, de Todo lo que se Mueva. Y, entonces, cuando empiezan las ratas a salir del barco y a exiliarse los más odiados antes de que sea 24 de Mayo. Luego esas élites despreciables que justificaron los casos masivos de carnets del Conadis, el pastel de los hospitales el último de ellos el H-CAM, las vacunas Vip. Todo en nombre de «Cualquier cosa menos Correa»; ahura piden a gritos liderazgo; Estado – nación para que les salve; retorno a su normalidad de mierda. ¡No señores! Destruyeron casi todo. Y lo que han logrado es que retorne «la santa Madrecita Patria» como metàfora correísta y que triunfe Putin. Intenten que Guillermo Lasso (a quien sacrificarán en Tik Tok), la Fiscal (su delfín para 2025) y el CNE logren lo casi imposible.

Ahora se van…

Y no se quejen ni lloren, carajo. Suénense los mocos, ajústense los tapabocas; dejen de lloriquear con su patético «Que vuelva nuestra normalidaaaad», solo porque los Alcaldes quieren traer las vacunas que su maldito mayordomo nos negó dándoselas a ustedes solamente. Alisten sus pasajes de avión (ustedes que tienen su platita y no están en el desempleo más grave del continente). Y sigan el ejemplito del matrimonio Romo – Granda y de Eichmann Zevallos. Y cada 24 de mayo y 27 de febrero recuerden a nuestro Yeltsin y a nuestro Eichmann.

Nosotros moriremos. O resistiremos y sobreviviremos. Quizás. Para eso somos los más vulnerables, en una nación que nos la emporcaron sus mayordomos.

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