De gira millonaria a posesión vacía: la diplomacia de Noboa fracasa

25 may (La Calle).- Daniel Noboa se posesionó para su segundo mandato en medio de una imagen que ningún gobierno quiere proyectar: un presidente rodeado de delegaciones sin peso político, sin aliados de primer nivel y con las cámaras enfocando más sillas vacías que líderes regionales.

La asistencia de solo dos mandatarios —Gustavo Petro (Colombia) y Dina Boluarte (Perú)— contrasta con la retórica de una política exterior que prometía reposicionar a Ecuador en el mundo. A pesar de una costosa gira internacional que incluyó reuniones con Emmanuel Macron, Carlos III y una foto con Donald Trump, los jefes de Estado brillaron por su ausencia en la ceremonia del 24 de mayo. No vinieron, y el mensaje fue claro.


Más delegaciones, menos respaldo real

La Cancillería destacó la presencia de 74 delegaciones extranjeras y 19 autoridades de organismos internacionales. Pero, como advirtió el analista Santiago Carranco Paredes, la jerarquía de quienes llegaron deja ver otra historia: en muchos casos, se trató de funcionarios de segunda o tercera línea. Corea del Sur, por ejemplo, envió a un tecnócrata de su Oficina de Coordinación de Políticas Gubernamentales.

Para el analista Orlando Pérez, lo ocurrido es el resultado predecible de una diplomacia improvisada. “El aparataje fue costoso y no trajo resultados. La foto con Trump no se tradujo en presencia real, y la estrategia de buscar validación externa fracasó rotundamente”, sentenció.


El peso de la embajada y los errores acumulados

A este aislamiento se suma el recuerdo fresco del asalto a la Embajada de México, una ruptura de las reglas básicas de la diplomacia que todavía pesa sobre Ecuador. La CELAC lo condenó, México rompió relaciones y otros gobiernos bajaron el tono de sus vínculos con Quito. ¿El resultado? Cancilleres en lugar de presidentes; tecnócratas en lugar de aliados.

A eso se suman otras decisiones erráticas: el intento de enviar armas rusas a Ucrania a través de EE.UU., declaraciones altisonantes contra líderes como Bukele y Milei, y una entrevista con The New York Times en la que Noboa minimizó a gobiernos vecinos. Una política exterior de declaraciones grandilocuentes sin sustancia ni estrategia.


Kennedy Jr.: ¿representación oficial o invitado de honor?

La figura más destacada por el oficialismo fue Robert Kennedy Jr., secretario de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. Para el Gobierno, una “Delegación Presidencial” enviada por Trump. Para los expertos, un gesto más simbólico que institucional. Kennedy Jr. tiene lazos personales con la familia Noboa: fue padrino de bautizo de uno de sus hermanos. La ausencia del secretario de Estado Marco Rubio —quien habría sido el verdadero emisario político de Washington— fue más ruidosa que cualquier foto oficial.


Aislamiento que cuesta

El fracaso diplomático no es solo simbólico. Como advierten Carranco y Pérez, el aislamiento tiene consecuencias económicas: menor inversión extranjera, menos cooperación y una creciente percepción de inestabilidad. “¿Quién quiere firmar acuerdos con un país cuya seguridad jurídica se tambalea?”, cuestionó Pérez.

La falta de presencia internacional también fue visible en la Cumbre Iberoamericana de Cuenca, donde solo asistieron tres jefes de Estado. Un patrón que se repite y que refleja la pérdida de relevancia internacional de Ecuador.


Noboa se posesiona con apoyo interno fragmentado, sin respaldo regional y con la diplomacia como uno de sus puntos más débiles. Lo que pretendía ser una coronación, terminó siendo una advertencia: Ecuador está quedándose solo.

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