Quito, 15 abr (La Calle).- Daniel Noboa, presidente del Ecuador, declaró no sentirse arrepentido por la orden de asaltar la Embajada de México en Quito con el objetivo de arrestar al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas.
Las acciones de Noboa trajeron como consecuencia que varios países condenen lo sucedido, por lo cual una de las preguntas que le realizó SBS News es si se sintió arrepentido de su accionar. El mandatario ecuatoriano respondió: “Cero. Porque creo que estamos en el lado correcto de la historia y, además, condenamos el hecho de que algunos gobiernos usen sus embajadas como fachada de refugiado político, pero en realidad es por impunidad”.
La irrupción de las fuerzas policiales ecuatorianas en la embajada mexicana durante la noche del 5 de abril del 2024 provocó que México rompa los lazos diplomáticos con Ecuador y solicite su expulsión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La condena mediática internacional que ha sufrido nuestro país en los últimos días se debe a que vulneró la Convención de Viena sobre Relaciones diplomáticas, adoptada por los miembros de la ONU en 1964, en la cual se estableció que las embajadas son territorios inviolables.
Como justificación ante la violación de la Convención de Viena, Daniel Noboa se refirió a otro tratado internacional: “Hemos hablado también del Tratado de Caracas sobre el asilo político que establece claramente que ninguna nación puede dar asilo político a alguien que tiene una sentencia porque en ese caso nos estamos involucrando realmente en la soberanía…”.
El exvicepresidente Jorge Glas tiene dos sentencias ante la justicia ecuatoriana. La primera sentencia fue por el caso Odebrecht y la segunda por el caso Sobornos. Glas consiguió el asilo político de México el 5 de abril tras permanecer desde diciembre de 2023 en la embajada mexicana en Quito.