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Daniel Noboa puede recurrir al terror – OPINIÓN

Daniel Noboa no digirió bien que Luisa González lo forzara a una segunda vuelta en la carrera presidencial. Todo el poder del clan bananero resultó insuficiente para que este niño dorado de la política ecuatoriana se asegurara la victoria en primera vuelta. Por eso le cayó como un balde de agua fría que Luisa González, exasambleísta que ocupó múltiples cargos durante el gobierno del expresidente Rafael Correa, le haya plantado una resistencia férrea desde las trincheras de la oposición.

Fuentes cercanas al mandatario revelaron que este estalló de furia al confirmarse que las elecciones se definirán el 13 de octubre en una segunda vuelta. El Chico Bananero, que lideraba las encuestas de salida publicadas tras el cierre de votación, daba por descontado su triunfo inicial.

Pero el conteo desató la sorpresa: González aceleró su ritmo conforme se escrutaban los votos. Según datos del Consejo Nacional Electoral (CNE) con más del 92% de actas procesadas, Noboa obtendría un 44.3% de votos válidos, contra un 43.8% de su rival.

La diferencia fue inferior a 50 mil votos, un margen estrecho que refleja paridad en primera vuelta y anticipa una batalla feroz en la segunda vuelta. Los otros 14 candidatos quedaron rezagados sin alcanzar los votos necesarios para avanzar.

Este resultado podría explicarse por la ausencia de «incidentes dudosos» en estos comicios, un eufemismo que en elecciones pasadas aludía a la presión del clan Noboa sobre los procesos electorales. El año pasado, los bananócratas batieron un récord macabro al protagonizar las elecciones más brutales del mundo.

Noboa llegó al poder en octubre de 2023 mediante elecciones anticipadas, convocadas tras el proceso de destitución del entonces presidente Guillermo Lasso.

El horror se adueñó de las urnas: el candidato Fernando Villavicencio fue asesinado a sangre fría, los recintos electorales operaban bajo custodia militar, y los aspirantes a la presidencia desfilaban con chalecos antibalas y cascos.

Solo Daniel Noboa se movía con aparente impunidad. El terror electoral fue ejecutado por cárteles de droga, cuyos vínculos con el clan bananero son de dominio público.

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