Apoya a Radio La Calle ($2,00)

¡Dale suave! El deporte después del COVID-19 es de a poquito

Quito, 23 may (La Calle).- Para los enfermos de COVID-19, el retorno al deporte, después del periodo de cuarentena, dependerá de la gravedad de los síntomas provocados por la enfermedad, y en la mayoría de los casos,  un deportista requerirá exámenes cardiopulmonares que determinen el daño en pulmones y corazón.

 “La COVID-19 es una enfermedad que vino a dañarnos, y por más que el paciente no presente síntomas o fuesen leves, los pulmones van a estar afectados, y no debemos explotarlos. La recuperación se da, paulatinamente, en todos los casos”, asegura la doctora, Paola Pérez. 

Según, Gonzalo Fernández, experto en medicina del deporte en la Clínica Alemana (Chile), para el retorno al deporte hay que definir, la gravedad, existen, al menos, tres niveles: asintomático, sintomático no hospitalizado o si requirió de hospitalización.

Los pacientes que cumplieron el periodo de cuarentena sin presentar síntomas pueden retornar al deporte con entrenamiento leve hasta moderado. Retomarán su entrenamiento habitual después de 15 días. No se recomienda iniciar con ejercicios difíciles o muy exigentes de forma inmediata.

Para los pacientes sintomáticos que no hayan sido hospitalizados, se sugiere un periodo de 14 días de suspensión de las actividades físicas posterior al fin de los síntomas relacionados con la enfermedad. Es necesaria una evaluación médica deportiva para determinar cómo retornar a la actividad. Podría requerir desde rehabilitación kinésica, hasta entrenamiento leve a moderado, en el mejor de los casos. El regreso a la intensidad normal de las actividades físicas no será menor a 30 días.

Los pacientes sintomáticos hospitalizados se atendrán a las recomendaciones del médico que los trate. La suspensión de actividades físicas podría durar meses, según el caso. El retorno para estas personas puede requerir kinesiología, que variará según los resultados de los exámenes cardiopulmonares. Este tratamiento puede durar otros dos o tres meses más.

Rehabilitación Kinésica

Engloba un amplio campo dentro de las ciencias de la salud y la rehabilitación física. Tiene como objetivo principal la recuperación de pacientes que han sufrido alguna lesión o enfermedad que les trae algún problema o inconveniente para desenvolverse de forma normal en el día a día. La más frecuente para pacientes post COVID-19 es la rehabilitación respiratoria con técnicas como: compresiones y vibraciones torácicas, asimismo, cambios de posiciones que favorecen la ventilación pulmonar y el drenaje de secreciones pulmonares.

Ejercicios de Intensidad Moderada (3 a 6 MET):

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los ejercicios moderados son aquellos que aceleran “de forma perceptible el ritmo cardiaco”. La intensidad se mide con el índice metabólico, MET, y se define como la cantidad de calor emitido por una persona. Aquí la lista de las actividades que la OMS clasifica como moderadas.

  • Caminata
  • Bicicleta
  • Golf
  • Nadar lento
  • Caminar a paso veloz
  • Tenis en dobles
  • Baile
  • Tareas domesticas
  • Caza y recolección
  • Trabajos de construcción
  • Desplazamiento de cargas moderadas (no mayores a 20 kg)
  • Jardinería   

Es necesaria una evaluación médica

Según la doctora Daniela Guevara, es indispensable realizar una evaluación médica para saber el estado físico de una persona, con el fin de elaborar un plan progresivo para su recuperación. En ocasiones, se debe complementar con exámenes de laboratorio para detectar problemas cardiopulmonares, sobre todo, si el paciente presentaba antecedentes patológicos.

“La rehabilitación post COVID-19 se trabaja con ejercicios aeróbicos y de fortalecimiento, en mayor o menor medida dependiendo del caso”, asegura Guevara.

 “La mayor parte de las personas se recuperan totalmente. No obstante, existen casos de personas que presentan secuelas que duran varios meses, y por el curso que ha tomado la enfermedad, no sabemos cuánto prevalezcan”, asegura el deportólogo, Oscar Cocha.

 Paola Pérez aclara que la COVID-19 es una enfermedad de la que, si bien se puede recuperar en unos meses, se sospecha, dejará daños irreversibles a largo plazo, entre ellos: daños en el sistema circulatorio, en el sistema renal, en el sistema respiratorio, y hasta en el sistema gástrico.