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Indígenas de Sudamérica y polinesios cruzaron su ADN antes de la llegada de europeos

Quito, 10 jul (La Calle).- Indígenas de Sudámerica y polinesios salvaron las miles de millas náuticas que les separaban alrededor del año 1.200, como lo demuestra el ADN presente en poblaciones de hoy en día, reveló un estudio científico publicado este viernes por la agencia alemana DW.

Se desconoce no obstante si fueron los pueblos de lo que hoy en día es Colombia y Ecuador quienes navegaron hasta las pequeñas islas de la Polinesia en el Pacífico, o si fueron los polinesios quienes hicieron el viaje de ida y vuelta a Sudamérica. 

Pero lo que es seguro, según el estudio publicado este miércoles (08.07.2020) en Nature, es que el encuentro tuvo lugar varios siglos antes de que los europeos desembarcaran en ambas regiones y que el Nuevo Mundo dejó su huella en el ADN de la población de la Polinesia francesa.

Datos genéticos de indígenas vivos de Colombia y la Polinesia Francesa

Para llevar a cabo la investigación, Alexander Ioannidis, de la Universidad de Stanford en Estados Unidos, y un equipo de científicos internacionales reunieron datos genéticos de más de 800 habitantes indígenas vivos de Colombia y la Polinesia Francesa, realizando amplios análisis genéticos para encontrar señales de ascendencia común. 

Los resultados se publican en la revista Nature y en el estudio participan también investigadores del Centro de Investigación de Estudios Avanzados de México. 

Hasta ahora, los defensores de la interacción entre los nativos americanos y los polinesios argumentaban que existían elementos culturales comunes, como una palabra similar utilizada para un alimento básico agrícola compartido, que insinuaban que las dos poblaciones se habían mezclado antes de que los europeos se establecieran en Sudamérica. 

Y es que la batata, que originalmente fue domesticada en América del Sur y Central, también ha sido conocida por crecer en Oceanía, incluyendo la Polinesia. 

“La batata es nativa de América, pero también se encuentra en islas a miles de kilómetros de distancia”, detalla Ioannidis, quien añade que, “además, la palabra ‘camote’ en las lenguas polinesias parece estar relacionada con la palabra utilizada en las lenguas indígenas americanas en los Andes”.

Secuencias de ADN con el mismo código

Los investigadores recabaron datos genéticos de 15 grupos indígenas oriundos de la costa del Pacífico de América del Sur y Central y de 17 islas polinesias, contando con un total de más de 800 individuos. “Buscamos largas secuencias de ADN con exactamente el mismo código”, dijo Ioannidis. 

La coincidencia entre los grupos indígenas de Colombia y Ecuador resultó innegable, según permitieron confirmar tanto los métodos estadísticos tradicionales como las técnicas modernas de macrodatos (“big data”). 

“Al medir la longitud de los pequeños fragmentos de ADN de los nativos americanos presentes entre los polinesios, podemos estimar cuántas generaciones atrás tuvo lugar el contacto”. Y la fecha que surgió de ese análisis fue 1.200. 

Entre las grandes teorías que este hallazgo es susceptible de desmontar está la afirmación de que Rapa Nui –más conocido como la Isla de Pascua–, fue el lugar en el que ambas culturas se encontraron cara a cara por primera vez.  

Este nuevo estudio es el primero que demuestra, mediante análisis genéticos concluyentes, que los dos grupos se encontraron y lo hicieron antes de que los europeos llegaran a América del Sur.