Gema Valdez Vera, redactora
Quito, 24 feb (La Calle). – Los estudiantes del Régimen Costa culminaron su ciclo el pasado 26 de febrero, para quienes iniciaron actividades el 1 de junio las actividades terminarán el 11 de marzo.
Culmina de esta forma un periodo «extraño», donde los estudiantes se despidieron de sus clases presenciales, los docentes tuvieron que diseñar metodologías y los padres debieron acostumbrarse a una educación virtual de la que poco o nada, sabían.
De acuerdo, a los últimos datos de Unicef Ecuador, en el país alrededor de 90.000 estudiantes ya están fuera del sistema educativo y el cierre de instalaciones ha afectado aproximadamente a 4.4 millones de estudiantes.
Cambios drásticos
“No tengo una cancha para hacer deporte, no le entiendo bien a los profesores, en el aula todos participábamos, por internet nadie habla o apagamos la cámara ”, expresa Analía Vera, estudiante de la unidad educativa El Carmen.
A inicio del año lectivo 2020-2021 la orden del Ministerio de Educación para atender esta emergencia era que las instituciones creen estrategias para que los alumnos de todas las edades desarrollaran sus cursos desde casa.
“Fue muy difícil concentrarme, porque a veces hay ruidos en la casa y en otras ocasiones me distraigo jugando,” dijo Keyra Paredes, estudiante de la unidad educativa El Carmen.
Para un gran número de docentes esta nueva situación y necesidad les tomó por sorpresa.
“Con la publicación de la clase no se garantiza que todos los estudiantes revisen el material. Por lo que cree un aula invertida, donde hago uso de llamadas o envío de las actividades. Es muy complicado porque muchos hogares no tienen conectividad, incluso hay padres que no saben leer” manifiesta Elizabeth López, docente de la unidad República de Nicaragua.
Varios hogares, en este período, tuvieron que endeudarse para adquirir dispositivos y planes, para que sus hijos puedan recibir las clases, a esto se suma, la dificultad que existe para ayudar a sus hijos con las tareas.
