Quito, 02 dic (La Calle).- La promesa del presidente Daniel Noboa de empezar el mes de diciembre sin apagones fue incumplida. Cortes de luz, demoras y estancamientos en proyectos estratégicos y una limitada capacidad de respuesta se combinan en un escenario que evidencia la falta de planificación y ejecución en el sector eléctrico.
La actual emergencia eléctrica no es un fenómeno aislado, sino el resultado de múltiples factores acumulados a lo largo de los años. Entre ellos destacan:
- Severas sequías, que han reducido la capacidad de generación hidroeléctrica, principal fuente de energía del país.
- Infraestructura termoeléctrica obsoleta, con plantas incapaces de suplir la demanda durante la época seca debido a la falta de mantenimiento
- Falta de inversiones para diversificar y aumentar la capacidad de generación eléctrica, tanto en energías renovables como en térmicas.
Desde el 22 de septiembre, los cortes programados de energía se han extendido hasta 14 horas diarias, afectando hogares, empresas y sectores clave como el comercio y la educación. Tras concretarse la compra de energía a Colombia y los procesos de contratación de energía emergente, el presidente Daniel Noboa prometió iniciar el mes de diciembre y volver a la normalidad, pero una vez más no cumplió su palabra.
Proyectos adjudicados en emergencia: un avance limitado
El déficit energético que atraviesa el país es de 1.080 MW, una cifra que puede ir en ascenso debido a las condiciones climatológicas y la demanda de consumo. El Gobierno esclareció una hoja de ruta para la generación de 1.179 MW por más de USD 900 millones, sin embargo, las medidas no han tenido mucho éxito.
El primer bloque de 341 MW implementado durante la administración del ministro de Energía, Antonio Goncalves contempló el alquiler de una barcaza de generación de energía flotante, en Las Esclusas (Guayas); y la adquisición de motores eléctricos en Salitral (Guayas), Quevedo y Esmeraldas, lo cual suma un valor de USD 353,423,787 millones.
Tras un considerable retraso, la Corporación Eléctrica del Ecuador (CELEC) anunció el 1 de diciembre la llegada de los 23 nuevos equipos de generación eléctrica que aportarán con 83.5 MW a la Central Térmica Salitral, en Guayaquil.
Por otro lado, el 1 de agosto la estatal contrató los servicios de la barcaza turca Karpowership para la generación de 100 MW por USD 114 millones, pero desde el inicio de su operación se registraron anomalías. Las pruebas de generación se retrasaron por la corriente del Río Guayas y el pasado 25 de septiembre la barcaza solo logró producir 12 MW.
Energías renovables: un potencial desaprovechado
Dos de los principales proyectos de energías renovables no convencionales, El Aromo (200 MW) y Villonaco III (110 MW), adjudicados en 2020, aún no han comenzado su construcción. Ambos fueron diseñados para aprovechar fuentes limpias, como la energía solar y eólica, y reducir la dependencia del país de las hidroeléctricas y plantas termoeléctricas.
Otros proyectos fotovoltaicos y eólicos, agrupados en el Bloque 1 de Energías Renovables, suman 500 megavatios adicionales y fueron adjudicados en enero de 2023. Sin embargo, ninguno de ellos ha avanzado, dejando en pausa una capacidad crítica de generación de más de 700 MW.
Proyecto | Potencia MW | Ubicación |
El Aromo/Fotovoltaico | 200 MW | Manabí |
Villonaco III/ Eólico | 110 MW | Loja |
El Rosario/ Hidroeléctrica | 49.5 MW | Gualaquiza |
San Jacinto/ Hidroeléctrica | 49.9 MW | Santo Domingo |
Santa Rosa/ Hidroeléctrica | 49.5 MW | Gualaquiza |
Urcuquí/ Fotovoltaico | 60 MW | Imbabura |
Ambi Solar/Fotovoltaico | 60 MW | Imbabura |
Intiyana Solar/ Fotovoltaico | 60 MW | Imbabura |
Imbabura Solar/ Fotovoltaico | 60 MW | Imbabura |
Conolophus/Fotovoltaico | 14.8 MW | Galápagos |
Yanahurco/Eólico | 45 MW | Loja |
Aroma Santo/Fotovoltaico | 17.6 MW | Loja |
Fuente: CELEC
Grandes hidroeléctricas: años de promesas incumplidas
Entre las iniciativas más ambiciosas se encuentra la central hidroeléctrica Alluriquín, del proyecto Toachi Pilatón, que podría aportar 204 megavatios al sistema nacional. Su entrada en operación estaba prevista para 2022, pero problemas legales y técnicos han postergado su inauguración hasta febrero de 2025.
Proyectos emblemáticos como Cardenillo (595 MW) y la mega central hidroeléctrica Santiago (2.400 MW) enfrentan un futuro aún más incierto. Ambas iniciativas figuran en el Plan Maestro de Electricidad, pero carecen de avances concretos. Santiago, que sería la mayor central hidroeléctrica del país, se encuentra en etapa de estudios preliminares desde hace años, sin perspectivas claras de financiamiento o ejecución.
La traba de la corrupción
Uno de los retos que enfrenta la crisis energética es la estructura de corrupción que se evidenció en el Caso Encuentro y las frecuentes denuncias por parte de trabajadores del sector eléctrico.
El pasado 20 de noviembre trabajadores de Emelnorte, empresa pública que distribuye y comercializa energía eléctrica para Imbabura, Carchi y el norte de Pichincha, realizaron un plantón en los exteriores del Ministerio de Energía para exigir la apertura a una investigación frente a posibles actos de nepotismo y abuso de poder.