Quito, 15 ene (La Calle).- «Me parece que quedó claro que el Plan Fénix prácticamente no existe«, dijo el sociólogo Fernando Carrión ante la ola de violencia que golpea al país. Recalcó que, si bien las autoridades alegan que toda acción pertenece a este plan, los ecuatorianos no sabremos a ciencia cierta si es real o no.
Carrión explicó, en entrevista con La Calle, que el conflicto que ahora vive Ecuador ya no solo radica en la lucha entre las bandas criminales por la apropiación de territorios o mercados. Ahora, las organizaciones delictivas están contra el Estado.
«La población ecuatoriana vive un shock y el escenario incierto. La reacción fue peor porque la gente ya no quería salir, esto fue más complejo que la pandemia», dijo.
El atentado contra TC
Antisociales se tomaron las instalaciones de TC, en Guayaquil, el pasado 09 de enero de 2024, cuando transmitían el noticiero de medio día. Luego del operativo de la Policía Nacional, 13 implicados fueron detenidos. La Fiscalía General del Estado (FGE) inició las audiencias respectivas y formuló cargos por terrorismo contra los aprehendidos.
El sociólogo mencionó que el propósito de quienes perpetraron ese ataque era «difundir un comunicado que propague terror«. Repitió que la «sensibilidad» de los medios de comunicación hizo que los niveles de violencia se esparzan por el mundo.
Un decadente sistema penal
Disturbios en los centros penitenciarios, guías penitenciarios y servidores administrativos retenidos, reclusos muertos y enfrentamientos entre PPL, policías y Fuerzas Armadas (FF.AA.), es el escenario que vive el país desde el 8 de enero.
Según el sociólogo, en el sistema penal, las cárceles ocupan el último eslabón de atención. Por lo que, los casi 200 servidores penitenciarios retenidos pasaron a segundo plano en medio del caos de Ecuador.
Además, cuestionó que las autoridades se refieren a una «desaparición» cuando los presos se fugan de los centros de rehabilitación social. Comentó -como contraparte- que la escape de los reos potenciales (Fito y Colón Pico) hizo que la aceptación del presidente baje. Sin embargo, la decisión de declarar conflicto armado interno reposicionó a Noboa.
Los planes y acciones pendientes
Carrión indicó que la promesa del primer mandatario de construir las cárceles barcazas quedó a un lado, pues Noboa se centrará en las construcciones de los centros en Pastaza y Santa Elena. Añadió que estas construcciones le permitirán contar al país con 1.500 plazas en los centros.
«De alguna manera, esto le hará que las cárceles tengan una reestructuración a la interna. Sobre todo en una institución pública que se mantiene al margen de la ley y no cumple con el mandato de rehabilitación«, apuntó.
En cuanto al apoyo que recibiría Ecuador, señaló que quienes cierran sus fronteras son los países vecinos por el temor que tienen a que estos grupos crucen a sus territorios. Además, apuntó que los vínculos internacionales que tienen las bandas delictivas hacen que el conflicto se agrave.