Covid-19: serenatas en medio de la emergencia sanitaria

Quito, 06 May (La Calle). – En plena crisis por las reducciones presupuestarias a la educación superior, las fluctuantes cifras de infectados y fallecidos por la COVID-19 y los despidos a trabajadores, Ecuador se apresta a celebrar el Día de la Madre.

A cuatro días del tradicional festejo, 3 mil artistas cuentan ya con el Registro Único de Actores Culturales, (Ruac), requisito habilitante para realizar serenatas en exteriores de casas y cementerios.

La iniciativa del Ministerio de Cultura y Patrimonio busca que un importante número de artistas sobre todo, mariachis, tríos, vocalistas y otras agrupaciones obtengan algún beneficio económico en esta época de pandemia. Según información del Ministerio de Cultura y Patrimonio entre ayer y hoy,  hay 100 nuevos registros, que en estos momentos, están siendo validados por la institución. El registro al RUAC es indispensable para obtener un salvoconducto para realizar una serenata.

Un caso en particular

Santiago Pantoja es un músico profesional, que en el 2015, creó el mariachi femenil Pantoja, una agrupación de 15 integrantes, que interpretan música mexicana y tradicional. Ellas crearon un spot para promocionar sus servicios este domingo tanto de serenatas como de conciertos virtuales a través de plataformas de video conferencias.

“Lo del RUAC es un problema, pues no estamos registrados, hace poco terminé el registro, falta la validación. Calculo que en este Día de la Madre cobraremos unos 60 dólares por tres o cuatro canciones.”, sostiene Santiago, acostumbrado a presentarse con su Mariachi en eventos masivos de una hora, por los que cobraba, previo a la emergencia, hasta 400 dólares.

Lleva 23 años en la música, como compositor y vocalista y nunca sintió la necesidad de ser parte de alguna asociación. El grupo de mariachi femenino tuvo una gran recepción por la versatilidad de sus artistas, y el hecho de ser un grupo exclusivo de mujeres. Para los conciertos, las 15 integrantes asisten con trajes blancos y encajes  dorados, a diferencia del traje tradicional mexicano.

“Me parecen una buena idea los conciertos, pero creo que hay que salvaguardar la vida de todos. Vamos a hacer conciertos virtuales más que otra cosa,  calculo, pues sacrificarse o correr riesgos, no vale la pena”.

Según el entrevistado, en el país habría al menos uno 400 grupos de mariachis, asentados en su mayor parte en Guayaquil, ciudad justamente más afectada por la COVID-19.

Para las serenatas, el COE nacional emitió un protocolo de siete puntos, entre ellos el horario será entre 9 y 22 horas, que el número de personas será de máximo de ocho y que las presentaciones serán  únicamente en exteriores.

En el noticiero La Ventana, se analizó que los adultos mayores constituyen la población vulnerable frente a la pandemia y para este evento estarían en riesgo de contagio con las visitas de familiares o músicos. Al respecto, Juan Zapata, Director del ECU911, enfatizó que la ciudadanía debe llevar estos eventos con distanciamiento social y evitar aglomeraciones. La policía está autorizada a retirar aglomeraciones si fuera el caso.

Inconsistencias en el RUAC

A propósito de las serenatas por el Día de la Madre, uno de los requisitos para participar es el registro en el RUAC. Esta plataforma surgió, en principio, para generar una base de datos de artistas y gestores culturales del país. Sin embargo, a decir de Luis García Cañas, director del Núcleo Pichincha de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE), el Ruac tiene varias inconsistencias.

Una de ellas es que la plataforma del Ruac registra incluso a “personas que venden discos en las calles o a comunicadores sociales. O sea no está destinada solamente a un sector artístico cultural. Mientras tengas tu RUC puedes estar incluido sin ejercer ninguna actividad artística o cultural”, explica Luis.

Otro de los malestares que causa este registro es que está definido como la única vía para formar parte de fondos concursables, acceso a recursos del Ministerio de Cultura y Patrimonio o ser parte de la Asamblea provincial de las CCE del país.

El rechazo al RUAC

Este requisito resulta “discriminatorio” para los artistas porque “históricamente tienen un rechazo a cualquier institucionalidad por la falta de política pública hacia el sector cultural”, explica Luis.

Los artistas, después de cumplir con el registro de sus datos personales en el Ruac (nombres, domicilio, números de contacto, etc…), no obtienen nada. Sin embargo, esta base se utilizó de mala forma en procesos electorales de la CCE.

La CCE es un ente autónomo que forma parte del Sistema Nacional de Cultura, pero de forma independiente. El Ministerio de Cultura y Patrimonio ha establecido su política pública sin consensuar con la CCE, a pesar de que la Ley Orgánica de Cultura establece que la Junta Plenaria debe estar conformada por 24 directores provinciales, el presidente de la Sede Nacional y el Ministro de Cultura o su delegado.

Luis García Cañas asegura que en las últimas Juntas Plenarias la posición del Ministerio de Cultura y Patrimonio ha sido de abstención y hasta el momento no han recibido ninguna respuesta sobre el plan de acción emergente que presentaron para el Sistema Nacional de Cultura, frente a la crisis sanitaria.

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