Quito, 6 dic (La Calle).- La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, fue sentenciada a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
La justicia de ese país la declaró culpable de administración fraudulenta y perjuicio a la administración pública por extracción de fondos del Estado durante los dos periodos en los que fue presidenta (2007-2011; 2011-2015). Según medios internacionales, Fernández habría desviado mil millones de dólares.
La Fiscalía acusó a la vicepresidenta como figura principal de un entramado de corrupción por asociación ilícita. Ella, junto a otros funcionarios, habría dirigido contratos millonarios de obras viales incompletas y con sobreprecios.
Sin embargo, pese a la condena, Fernández no irá a la cárcel porque cuenta con inmunidad debido a su cargo como vicepresidenta. Su dignidad la protege en ámbitos legales y civiles.
Por su parte, la vicepresidenta negó los cargos y enfatizó que se trata de una persecución política. Refirió que el caso “Vialidad” no tiene fundamentos y es pura persecución no solo contra ella, sino contra el proyecto político que integra.
Caso “Vialidad”
El fiscal Diego Luciani solicitó 12 años de prisión e inhabilidad perpetua para ocupar cargos públicos para Fernández. Según él, habrían irregularidades en 51 licitaciones en la provincia de Santa Cruz. Además, se acusa a un socio de los Kirchner (Lázaro Báez) como beneficiario de presunta defraudación. Él habría sido favorecido por las licitaciones y también sus socios.
Báez cuenta con una condena de 12 años de prisión, desde 2021, por los delitos de lavado de dinero entre 2003 y 2015. Su defensa precisó que se trata de persecución política y mediática.
No se lanzará a las presidenciales
Tras conocer la condena, la vicepresidenta negó los cargos, pero precisó que no se postulará a las próximas presidenciales, aunque con todo y sentencia no está impedida de hacerlo.
Esta es una condena histórica para Argentina. Nunca antes un vicepresidente en funciones había sido condenado por la justicia. Sobre todo de la dirigente más influyente de las últimas dos décadas en el país.