Quito, 15 ene (La Calle).- La banda delictiva del Cuartel de las Feas forma parte de los 22 grupos terroristas que detectó el presidente Daniel Noboa, al decretar el conflicto armado interno en el país. Aquí le detallamos su origen.
En medio de la creciente ola de violencia que azota a Ecuador, un grupo criminal denominado «Cuartel de las Feas» surgió como una amenaza significativa para el país. Su nombre es una referencia directa a la novela colombiana «Yo soy Betty, la fea». Esta red delictiva, conformada en su mayoría por mujeres afrodescendientes, ha captado la atención de las autoridades y la sociedad ecuatoriana.
Sin embargo, a diferencia de los personajes inofensivos de la serie, este grupo delictivo se dedica a actividades criminales que incluyen homicidios selectivos, robos y el tráfico de armas en la ciudad de Guayaquil.
Origen del grupo
El Cuartel de las Feas nació en el sector del Guasmo, en Guayaquil. A pesar de que el nombre del grupo y del área puede sugerir una aparente unión y solidaridad entre sus habitantes, la realidad es más sombría. El Cuartel de las Feas se ha ganado una reputación por la comisión de diversos delitos, fortaleciendo sus actividades ilícitas por su proximidad a la zona portuaria de Guayaquil.
El Jefe de Estado ha respondido a la creciente amenaza, declarando el estado de excepción y señalando a más de 20 grupos criminales como objetivos militares, pues los catalogó terroristas. Entre ellos se encuentra el «Cuartel de las Feas», identificado como una subestructura del peligroso grupo «Los Lagartos».
Cabe destacar que los cinco principales grupos del narcotráfico en Ecuador, como Los Choneros, Los Lobos, Los Tiguerones, Los Chonekillers y Los Lagartos (al cual pertenece el Cuartel de las Feas), mantienen conexiones con carteles de la droga en México y grupos armados ilegales de Colombia, particularmente con las disidencias de las FARC del Estado Mayor Central y la Segunda Marquetalia.
El grupo está en la mira militar
Después del martes 9 de enero, cuando vieron su nombre en el decreto, el Cuartel de las Feas «desaparecieron, se escondieron (…) Después, los vimos caminando por el barrio como si nada, pero ya no lo hacen en moto». Pero con el transcurso de los días, hoy han aparecido de nuevo merodeando las calles. «Ellos saben cómo tomarle el pulso a los militares, dónde andan y cómo moverse», dijo una fuente a El País.
