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¿Cómo entender lo que sucede en Ucrania? ¿De qué lado estar?

Fernando López Romero

Universidad central del Ecuador

Quito, 26 feb (La Calle).- Las operaciones que Rusia desplegó contra Ucrania durante esta semana exige un nivel de reflexión histórico que debe superar los simplismos, los memes y las versiones antojadizas.

Radio La Calle comparte con ustedes la reflexión del historiador Fernando López Romero, que quizá aclare el panorama y permita tomar una posición justa respecto de este conflicto bélico.

Lo primero que yo quiero decir es que no perdamos de vista que se trata de una guerra imperialista. Es decir, de una guerra injusta. Una guerra imperialista se hace fundamentalmente por las ganancias, se hace por el poder, y se hace contra los pueblos.

En este caso, los imperios que se enfrentan son el más grande de la tierra, y de la historia: el imperio norteamericano, que tiene más de 700 bases militares repartidas por todo el mundo; es un imperio global. Está el imperio ruso, que es un imperio regional, dirigido por una capa oligárquica profundamente autoritaria bajo el mando de Vladimir Putin.

Otros imperios en la disputa

El otro imperio que está en la disputa es el imperio chino, que tiene una dimensión cada vez más global pero que de ninguna manera tiene todavía la dimensión y la fuerza del militar del imperio norteamericano. El imperio ruso y el imperio chino este rato son aliados. 

No se debe perder de vista que existen puntos calientes del mapa terrestre. El uno es Ucrania -pero Ucrania es el Mar Negro, Ucrania es del Cáucaso, Ucrania es un punto de confluencia también de otros imperios-.  Y el otro punto caliente es el mar de la China, concretamente Taiwán, donde existe una altísima tensión desde hace un tiempo ya entre el imperio chino y el imperio norteamericano. 

También están a la lista otros imperios: el imperio británico, venido a menos pero no menos poderoso, que estratégicamente ha sido aliado de los norteamericanos; y están también el imperio alemán, que controla Europa, y el imperio francés. 

Tanto el francés como el alemán, el británico y el norteamericano, son parte de la OTAN. La OTAN es una alianza imperialista militar constituida por Estados Unidos al inicio de la Guerra Fría, que ha sobrevivido a la Guerra Fría. Desapareció el pacto de Varsovia cuando desapareció la Unión Soviética pero, 30 años después, la OTAN permanece allí.

¿Qué es lo que está en juego en estos momentos? 

En este momento está en juego el equilibrio de un área estratégica del mundo, en la cual Ucrania está ubicada como un país de frontera, como lo está Polonia. La palabra Ucrania significa “en la frontera”. Polonia es un país que está azuzando muchísimo la pelea contra Rusia y eso ha conducidona a Ucrania a una situación como la que estamos viviendo en este momento.

Ahora, hay problemas locales que son parte de la estrategia de los imperios. Un problema local es el separatismo de los rusos del este de Ucrania, del Donbass y también la situación de Crimea. En ese lugar, desde el 2014 hay una guerra por separarse, en el caso del Donbass, por separarse de Ucrania.

Ucrania y Rusia tienen viejos rencores, que vienen de la época de los zares, que pasaron por la colectivización forzosa y las hambrunas y represiones de los años 30 con Stalin y qué se arrastraron hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando una parte de los ucranianos vieron al Ejército nazi como un ejército libertador.

Viejos rencores…

De allá vienen viejos, viejos y antiguos, rencores. El problema puntual en este momento tiene que ver con el posible ingreso de Ucrania en la Unión Europea. Entrar en la Unión Europea significa ser parte de la OTAN, y ser parte de la OTAN significa que Estados Unidos y la OTAN podrían colocar bases militares en el territorio de Ucrania. Por allí van los problemas.

No nos olvidemos de otros asuntos: uno de ellos es la caída de la popularidad en el último tramo del régimen de Putin. Putin no va a durar toda la vida y su régimen tampoco, y siempre que este tipo de personajes tienen una situación como como la que estoy señalando pues la guerra es un buen recurso para distraer la atención, para concentrar el poder y atraer a los nacionalistas de siempre.

No hay que olvidarse tampoco de la peligrosidad que tiene el uso o el empleo de armas tácticas nucleares. Nosotros no debemos olvidarnos que existen ya armas nucleares que pueden destruir solo una ciudad o hasta solo un barrio, y que podrían ser usadas en este tipo de conflicto.

Por último, lo que a mí particularmente me parece peligrosísimo, es que caigamos en la trampa del campismo. ¿Qué quiero decir? Que como Putin está enfrentándose a los Estados Unidos pues hay que apoyarle a Putin o, como mucha gente convencida del relato norteamericano, señala con el dedo a Putin.

Ni apoyar a Putin, ni apoyar a Biden, ni apoyar a Xi Jinping, ni a ninguno de los imperialistas de este mundo. Lo que a nosotros nos corresponde es denunciar el carácter de esta guerra y evidentemente hacer una una batalla fuerte por una paz que no se pase por encima de ningún pueblo.

Audio – Fernando López Romero, historiador, Universidad central del Ecuador