Quito, 8 ene (La Calle).- Este 8 de enero se cumplen 36 años de la desaparición de los hermanos Santiago y Andrés Restrepo Arizmendi de 17 y 14 años respectivamente. Un hecho que es recordado como un »crimen de Estado».
Como cada año la Cinemateca Nacional transmitirá de manera gratuita el documental »Con mi corazón en Yambo», dirgido por María Fernanda Restrepo. La cita está programada para este 8 de enero a las 18h00 en la Sala Alfredo Pareja y está abierta a todo el público.
“Este es un documento histórico (…) como esa historia que nadie quiere que se sepa y que finalmente se contó y queda”, calificó Restrepo a la creación de este documental que reconstruye los hechos de la desaparición y muerte de sus hermandos Andrés y Santiago.
Los hechos
Los adolescentes fueron detenidos arbitrariamente mientras se trasladaban en el automóvil de su papá, Pedro Restrepo. Posteriormente, fueron encarcelados sin fundamento legal, torturados y aparentemente asesinados por agentes de la Policía ecuatoriana.
Las primeras investigaciones indicaron que los cuerpos de los hermanos fueron arrojados en la laguna de Yambo. Otras versiones señalaron que los cadáveres podrían estar enterrados en una fosa común de un cementerio de Quito. Un caso que es juzgado como crimen de Estado, ocurrido durante el Gobierno del político conservador León Febres Cordero.
En el caso fueron condenados un general, un coronel, dos tenientes y tres policías a penas de privación de libertad entre dos y 16 años de prisión por la detención, tortura, muerte y desaparición de los dos jóvenes.
Los últimos acontecimientos
En 2011, la Fiscalía General del Estado (FGE) reabrió la investigación del caso Restrepo. “Está abierto como muchos otros casos de atropellos a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, que se abrieron hace más de 10 años en una Comisión de la Verdad. Pero, lamentablemente, sin ningún resultado certero. En nuestro caso, se cambia casi cada año de fiscal. Pareciera que esto fuera cometido a propósito”, aseguró la hermana de las víctimas.
Este caso fue presentado el 6 de agosto de 1997, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). El Estado ecuatoriano aceptó la culpabilidad de los crímenes e indemnizó a Pedro Restrepo, padre de los menores.
Sin embargo, la familia sigue en busca de los restos de los hermanos, así como de una condena para los implicados en la desaparición y justicia para otras víctimas de casos de lesa humanidad que no fueron condenados en su momento. El anhelo es que el Estado respete y garantice el goce de los derechos humanos a sus ciudadanos.