Quito, 2 feb (La Calle).- Luego de las alertas que activó el caso Metástasis en la justicia ecuatoriana, hay actores como Wilman Terán y Daniel Salcedo que se mantienen en la mira de la ciudadanía. Nuevas denuncias sobre el concurso de jueces salpican a Terán y un intento por salir de prisión protagoniza Salcedo.
Este caso que conmocionó a todo el Ecuador dejó a 37 personas detenidas en el primer proceso. De acuerdo a las declaraciones de la fiscal General del Estado, Diana Salazar, todo el caso se habría desatado luego de explotar el teléfono del reconocido narcotraficante Leandro Norero, alias El Patrón.
Otro lío para Terán
El presidente del Consejo de la Judicatura (CJ), Álvaro Román, denunció que el personal del extitular de la entidad, Wilman Terán habría intentado acceder al sistema encriptado de las preguntas para el concurso de jueces de la Corte Nacional de Justicia (CNJ).
Según Román, el sistema sí fue entregado a los sujetos, pero comentó que el hecho es investigado por la Unidad de Transparencia.
El Pleno del (CJ) declaró nulo el proceso de renovación de jueces de la CNJ, el 18 de enero de 2024. El comunicado de la entidad aseguró que el proceso tenía anomalías e inconsistencias que traerían sanciones penales o administrativas.
Un intento por salir de prisión
El nombre de Daniel Salcedo es conocido en la Función Judicial por los casos de corrupción en los que ha participado. Sin embargo, el implicado interpuso una medida de habeas corpus contra el juez Felipe Córdova y el SNAI.
La audiencia se llevó a acabo el 1 de febrero de 2024, los abogados del implicado mencionaron que su defendido sufre de supuestas torturas en la Cárcel de Cotopaxi. Salcedo fue recluido el 21 de enero de 2024, luego de ser deportado desde Panamá.
El recluso, en su intervención, mencionó que no le proporcionan ni agua para tomar o un pluma. Según él, su vida corre peligro en en ese centro. «El SNAI sabe que todo lo que digo es real», comentó.
No obstante, la entidad a cargo de los presos mencionó que a Salcedo lo trasladaron de la cárcel 4 de Quito a la de Cotopaxi por supuestas amenazas. Además, fue enfático en que el recluso no debería recibir este beneficio.
Luego del largo proceso, el juez negó el habeas corpus a Salcedo y alegó que sus derechos no fueron vulnerados en ningún momento. También, expresó que esto se trataría de una «mera inconformidad por parte del detenido».
¿Norero vivo?
Se supone que Norero falleció en un motín carcelario en la Cárcel de Latacunga el 3 de octubre de 2022. Sin embargo, la justicia, nuevamente, activó sus alertas ante la posibilidad de que haya fingido o no su muerte. A estas sospechas se suma el excandidato presidencial Cristian Zurita, quien solicitó que se exhumen los supuestos restos del narcotraficante y confirmen su identidad.
Según diario La Hora, fuentes judiciales pidieron un examen de ADN de Norero, pero nunca fue otorgado. El día de su muerte, las autoridades encargadas trasladaron su cuerpo a la morgue de Ambato y posterior a eso a Guayaquil. Como el cuerpo de Norero llegó degollado y baleado, la familia reconoció el cuerpo por los tatuajes.
Ya fingió su muerte dos veces
La primera muerte de Norero fue en Perú, cuando lo detuvieron por ofrecerle USD 4.000 a dos jóvenes para ser «mulas». Cuando encontraron a Norero, un juez pidió prisión preventiva, pero ‘el Patrón’ se fugó. En 2019 fue herido en Guayaquil y las autoridades peruanas pidieron su extradición. Volvió a evadirse fingiendo su muerte.
Segunda muerte
La resurrección de Norero se da el 25 de mayo de 2022 cuando la Policía ecuatoriana allanó su casa y lo detuvo. El criminal pasó cuatro meses en prisión hasta el 3 de octubre cuando una balacera en la cárcel de Latacunga se cobra la vida de 15 privados de libertad (PPL), él entre los occisos.
“De lo que podemos conocer preliminarmente, el ciudadano Leandro Norero estaría entre las víctimas”, dijo a los medios el subdirector del Servicio Nacional de Protección a Privados de Libertad (SNAI), Jorge Flores. No obstante, nunca hubo información fehaciente que pruebe que Norero estaba muerto.
