Quito, 22 abr (La Calle).- Paúl Granda, hasta este miércoles presidente del Directorio del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), renunció irrevocablemente a este cargo. En su carta de renuncia confirma el despido de 2.500 personas de esta institución.
“Sin duda, falta mucho por hacer pero hemos avanzado en el camino correcto con decisión y honestidad”, afirma Granda después de hacer un resumen de su gestión.
Granda denuncia que ha tenido que enfrentar una permanente campaña de desprestigio. “Ciertos dirigentes, corresponsables de la crisis institucional de IESS, han desatado una intensa campaña para desprestigiar las reformas estructurales que emprendimos, promover la privatización y el control de los recursos financieros de los afiliados, asunto que ha hecho daño a la institución”, escribió.
En los estertores de su gestión, el funcionario se vio implicado en el Caso Mascarillas, una compra con sobreprecio de estos insumos médicos, que además se pretendió hacer a un consultorio jurídico.
Pese a estar al frente del IESS cuando se intentó realizar la compra fraudulenta, la Secretaría Anticorrupción, departamento adscrito a la Presidencia de la República, decidió eximir de culpa a Granda.
La presión de la que habla Granda tiene que ver, entre otras, con el cuestionamiento que realizara el defensor del Pueblo, Freddy Carrión, quien pidió al presidente Lenín Moreno, la destitución inmediata de Paúl Granda. Asimismo, la Asamblea Nacional aprobó el pasado 9 de abril un pedido de destitución de Granda.
Paúl Granda ya había presentado su renuncia el 7 de abril. Esta vez, reiteró en que ese pedido es “irrevocable”.