Quito, 16 dic (La Calle).- El presidente Daniel Noboa reveló este viernes, tras el gabinete de seguridad efectuado en el ECU911 de Samborondón, su plan para intervenir en el sistema penitenciario del país, que enfrenta una crisis por el hacinamiento, la violencia y la corrupción.
Entre las medidas que anunció el mandatario destaca la construcción de dos cárceles de máxima seguridad y una de supermáxima seguridad. Ambos proyectos empezarían en febrero de 2024.
Noboa anunció que contará con el mismo equipo israelí que participó en la construcción de la megacárcel de El Salvador, junto con el presidente Nayib Bukele.
En una entrevista del pasado 6 de diciembre en «Una mirada a Quito», Noboa mencionó que «El problema central está en la Penitenciaria del Litoral«.
Las acciones propuestas por el jefe de Estado se desarrollarían en zonas alejadas con el fin de desconcentrar la Penitenciaría del Litoral, que «se ha vuelto una fábrica del crimen«, según reveló.
«Ecuador tendrá dos mega cárceles de seguridad en tecnología’’ mencionó Mónica Palencia, Ministra de Gobierno en una entrevista para Ecuavisa. Señaló que definirán los detalles económicos del proyecto en los próximos días.
Expulsión de reos extranjeros
El primer mandatario además, hizo hincapié en la expulsión de unos 1.500 presos extranjeros que tengan condenas ejecutoriadas de más de cinco años. Ellos serán enviados a sus países de origen para completar sus penas.
También indicó que el 80 % de los extranjeros presos en el país provienen de Venezuela, Colombia y Perú. Adicionalmente, mencionó que la Cancillería ha tenido acercamientos con las autoridades de dichas naciones para completar los trámites y concretar el traslado de los reos.
Cárceles barcazas
La implementación de cárceles barcazas, o prisiones flotantes que se usan en naciones como Países Bajos o Estados Unidos, serían una opción temporal hasta que estén listas las nuevas cárceles de máxima seguridad (cuyas construcciones tardarían alrededor de siete meses en construirse), pero también se usarían a mediano plazo para reducir el hacinamiento en el sistema carcelario. Se espera que estas cárceles operen en el mar a una distancia de 80 millas de la costa ecuatoriana.
«Este es un país de paz. Se invita a todos los que quieran venir a visitarlo. Incluso hay gente que quiere venir con todas las ganas de trabajar y hacer las cosas bien, pero el que quiera hacer las cosas mal, se va«, manifestó el presidente.
Estas cárceles flotantes llegarían al país «en siete, ocho meses», dependiendo del lugar en el que se encuentren. Afirmó que han identificado tres opciones de barcazas para traer al país: una está en Australia, otra en Reino Unido y la tercera en Estados Unidos.
Noboa expresó que es necesario intervenir principalmente en la Penitenciaría del Litoral, que es en donde está el problema central de la crisis carcelaria.