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Capitán de Policía es acusado de abuso de poder en Escuela de Formación

Quito, 14 jun (La Calle).- Cinco aspirantes a policías de la Escuela de Formación Sgos. Darwin David Anrango Anrango, ubicada en Otavalo, denunciaron una serie de abusos, presiones y amenazas por parte de un Cabo y un Capitán de la institución.

Los documentos fueron entregados el 3 y 4 de abril a la directora de la Escuela, Gladys Rodríguez, mayor de la Policía. Las aspirantes detallaron que los uniformados abusaron de su poder durante la ausencia de la autoridad.

Por ejemplo, presuntamente varias de sus compañeras se escapaban de sus habitaciones en la madrugada para pasar la noche con uno de ellos. Muchas se percataban de esta irregularidad, sin embargo, las amenazaban para que nadie se entere de lo ocurrido, reportó Radio Pichincha.

A pesar de las intimidaciones decidieron quejarse formalmente y a partir de ese momento recibieron malos tratos por parte de los dos policías. Una de las amenazas era darles de baja o expulsarlas de la institución si ”hablaban demasiado”.

Fugas en la noche

Según las denuncias recabadas por el medio de comunicación, las cinco aspirantes señalaron que ocho de sus compañeras se ausentaban del dormitorio en distintos momentos de la madrugada.

Las jóvenes se percataron del suceso mientras realizaban su ronda de guardia. Sin embargo, cuando pretendían informar el hecho a sus superiores, el Capitán y el Cabo las habrían obligado a arrancar las hojas en donde se anotaron las respectivas observaciones de esta irregularidad. Según sus versiones, bajo amenazas fueron obligadas a inventar mentiras.

«Para justificar que arrancamos las hojas, el cabo S. me pidió que dijera que me salió sangre de la nariz. Le indicó a mi compañera que me golpeara para que me saliera sangre, y me hizo repetir la historia unas tres veces, hasta que me la grabara, mientras sonreía de una manera burlona», dice uno de los documentos.

Los castigos

El informe también expone casos de castigos físicos, maltrato verbal y presión psicológica por parte de los oficiales. También se mencionan intimidaciones de las ocho compañeras implicadas en el caso por no estar en sus camas durante la madrugada.

En medio de las denuncias, seis estudiantes presentaron problemas médicos urgentes y fueron trasladadas a un centro médico por fuertes dolores en la cabeza y el abdomen, según un informe del Ministerio del Interior.

Una de las afectadas dijo que ”ya no podía soportar todo lo que estaba sucediendo en la escuela, se sentía sucia y tenía miedo”. (A.G.M).

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