Quito, 06 abr (La Calle).- Las pandemias han estado presentes durante toda la historia. En esos momentos, la gente también tuvo que refugiarse en sus casas. Pero en los siglos anteriores cuando no existía internet ni los servicios de entretenimiento, la creatividad y el conocimiento de algunos nombres se vio plasmado en sus obras.
Uno de esos casos es el de Isaac Newton, que durante el asilamiento en 1.655 descubrió la idea clave para construir la teoría de la gravedad, escribió los primeros cálculos sobre el tema y jugó con prismas en su habitación para entender como funcionaba la óptica.
Descubramos algunas historias de obras que se crearon durante el período de cuarentena.
Giovanni Boccaccio
Para 1.348, la peste negra se extiendió a todo el continente europeo. En Florencia, se estima que al menos el 60% de la población murió. Tanto fue el número que empezaron a ser enterrados por capas en los cementerios de las iglesias.
El poeta y escritor italiano Giovanni Bocaccio sobrevivió aislándose en la región de la Toscana. Allí escribió una obra que contaba “cien novelas o fábulas” narradas por “siete mujeres y tres jóvenes en tiempos de pestilencia y mortandad”.
En la historia, estos 10 jóvenes deciden aislarse en el campo durante dos semanas, los días que salen podrán pasear, cantar y disfrutar. Cuando no estén ocupados, en cambio, contarán historias con un tema en particular. Esa centena de relatos junto a los comentarios del autor componen “El Decamerón”, la obra más conocida de este escritor.
William Shakespeare
Para 1563, un brote de peste amenazaba a la comunidad de Stratford-upon-Avon, Inglaterra, lugar de nacimiento del dramaturgo William Shakespeare. Su vida estuvo marcada por la epidemia. Entre 1.603 y 1.613, era tan alto el riesgo que los teatros de Londres cerraron durante 78 meses.
Era difícil para los profesionales del teatro salir a trabajar. Una de las opciones de Shakespeare fue escribir. Se dice que en 1.606 cuando el embate de la peste fue mayor escribir sus tres grandes tragedias: El Rey Lear, Antonio y Cleopatra y Macbeth, la historia de un general al que unas brujas le dicen que será rey y mata a varias personas para conseguirlo.
Uno de sus personajes se lava las manos constantemente para redimir las culpas. La OMS está usando el soliloquio de Lady Macbeth para que la gente lave sus manos durante el tiempo necesario (20 segundos).
Egon Schiele y Edward Munch
El fin de la Primera Guerra Mundial dejó 20 millones de víctimas mortales. Por si fuera poco, apareció un virus que mataría alrededor de 100 millones de personas: la gripe española
El pintor austríaco Egon Schiele pintó a una de las víctimas en su lecho de muerte: su mentor Gustav Klimt, pintor símbolista y líder del movimiento modernista en Viena. Pero el cuadro más duro fue el que Schiele no logró terminar. “La Familia” representa a su esposa muerta y el hijo que no llegó a nacer. No logró terminarlo, ya que murió días después de su esposa.
Edward Munch, pintor noruego cuya famosa obra es “El grito”, contrajo la gripe en 1.919. Cuando se sintió con fuerzas, tomó su pincel y plasmó su estado físico. Lo llamó “Autorretrato con gripe española” donde aparece un hombre demacrado, amarillento, frente a la cama. Meses después pintó un segundo retrato “Autorretrato después de la gripe española”, donde se muestra por una esquina del cuadro, ojeroso y atormentado. Finalmente se recuperó y continuó pintando hasta su muerte en 1.944.
Los momentos difíciles sacan lo mejor de las personas. Podemos aprovechar estos momentos para sacar nuestros conocimientos, talentos y potenciarlos. Nuestro potencial es lo que nos mantiene a flote.