Quito, 01 ago (La Calle).- Naisi Dajomes vivió duros momentos antes de llegar a Tokyo para los Juegos Olímpicos. Un falso positivo de COVID-19 la obligó a guardar cuarentena en León, España.
“Caí en depresión, bajé dos kilos de mi peso corporal, a pesar de que fue solamente una semana que estuve en León. Fue muy duro, no sé de dónde sacaba las fuerzas para levantarme e ir a entrenar. Me quedé sola con mi entrenador y nos apoyamos entre nosotros. Walter (Llerena) estuvo pendiente de mi. Mi familia, mi novio, el presidente de la Concentración Deportiva de Pichincha estuvieron pendientes de mí y eso me dio fuerza”, dijo a la prensa.
Camino difícil
“No fue nada fácil. Para llegar a Tokyo tuve que pasar por muchas cosas difíciles. Todo por lo que pasé valió la pena. Estoy agradecida con Dios, mi familia, mis entrenadores. Hicieron un buen trabajo y lo hicimos muy bien. Todo ese sacrificio y coraje dio resultado”, precisó.
La pesista le dedicó su triunfo a su madre y hermano ya fallecidos. “Para mí no es fácil estar aquí. Hace tres años perdí a mi madre, hace dos a mi hermano. Él siempre ha sido mi soporte y no me queda más que agradecimiento”.
Haciendo historia
“Me siento orgullosa en ser la primera mujer en tener una medalla olímpica. Mis metas siempre han sido grandes. Estar aquí es algo que no puedo describir. A la juventud le puedo decir que si tienen un sueño, luchen por ello y que nada los detenga”.