Quito, 3 may (La Calle). – El presidente Guillermo Lasso dice que la muerte cruzada “no es una panacea”. “¿Qué garantía tenemos de que con una nueva elección va a mejorar la calidad de asambleístas? Ninguna. Y para qué le hacemos perder el tiempo al Ecuador con una muerte cruzada. Sería un frenazo a la economía ecuatoriana, frente a la visión externa”, sostuvo.
Aseguró que el Ecuador necesita inversión extranjera y apoyo de los multilaterales de crédito como el Fondo Monetario Internacional (FMI). Asimismo dijo que esperan conseguir recursos del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y que esa “relación positiva” con estos organismos no existirá si no hay gobernabilidad.
Además, dijo que con la muerte cruzada no se pueden lograr cambios constitucionales, sino solo reformas legales.
Insistió en que su Gobierno está trabajando por la vía de decretos ejecutivos, de reglamentos y resoluciones ministeriales, dentro del marco de la ley para ver como suplen la “ausencia de trabajo de la Asamblea Nacional”.
“Es lamentable que esto suceda en el país. Es realmente lamentable que teniendo una Asamblea Nacional se haya aprobado por el Ministerio de la Ley una ley y la otra haya sido negada. Sin duda alguna, una reforma laboral que es indispensable, no querrá ni siquiera analizarla (…) la Asamblea Nacional es un caos en sí mismo y no se puede contar con ella”, mencionó.
Hace pocos días, el presidente Lasso dijo que la muerte cruzada estaba sobre su escritorio. «Este mecanismo, la muerte cruzada, como se conoce popularmente es la disolución anticipada de la Asamblea. Es una herramienta que está en el escritorio del presidente de la República y que solo tomará pocos minutos firmarla, donde se atrevan a acercarse al límite de pretender destituir al presidente y desestabilizar la democracia”, señaló.