Quito, 12 may (La Calle).- En Cotacahi, provincia de Imbabura, se clausuró una clínica que brindaba tratamientos de «deshomosexualización«. Una denuncia en la Defensoría del Pueblo dio alerta sobre este lugar que «trataba adicciones».
La Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada (Acess) llegó al lugar para verificar la acusación. El equipo informó que la supuesta casa de rehabilitación no contaba con los permisos de funcionamiento.
La directora zonal 1 de Acces, Paola Bolaños dijo que la institución “no contaba con el licenciamiento ni con permiso de funcionamiento otorgados por la Agencia, ante lo cual se adoptó la medida provisional de clausura, con el fin de proteger el derecho a la salud de los 18 pacientes, entre ellos un menor de edad, que se encontraban en el sitio”.
Los pacientes fueron evaluados por personal del Ministerio de Salud. Además, pusieron al menor de edad a recaudo de sus padres.
¿Qué alertó a las autoridades?
La denuncia que llegó a la Defensoría del Pueblo, aludía a que el lugar ofertaba tratamientos para que las personas con diferentes orientaciones sexuales se «sanen». De la misma manera, existe la posibilidad de que se hayan vulnerado los derechos de los pacientes.
Asimismo, las faltas a la normativa sanitaria vigente permitieron que las autoridades realicen la evaluación de toda la clínica. Se evaluó la infraestructura, equipamiento, talento humano y normativas conexas del lugar, según las autoridades.
Las prohibiciones que tiene un centro de Rehabilitación
El Acuerdo Ministerial 080, que expide la Normativa Sanitaria para el Control y Vigilancia de los Establecimientos de Salud establece varias prohibiciones:
- Mantener internos a los pacientes contra su voluntad.
- Promover prácticas de intimidación, violencia, acoso, abuso sexual, de género y otras.
- Discriminar a los pacientes por su condición social, origen, identidad étnica, sexual, religiosa o cultural.
- Utilizar cualquier forma de maltrato físico, psicológico, sexual, violencia de género sobre las personas, a través de torturas o penas crueles inhumanas, degradantes.
- Retener o someter a personas por medios violentos físicos o psicológicos, para proceder a su internamiento forzado.
- Ingresar a propiedad privada con el fin de retener o someter a una persona.
- Ofrecer tratamientos para trastornos tales como el “tratamiento para la homosexualidad”, tratamientos para patologías como trastornos de personalidad y problemáticas de conducta. (D.C.)