Quito 29 de ago (La Calle).- Internacional Progresista, la red global que une, organiza y moviliza fuerzas progresistas, escribió a la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva; exigen que desactive «la bomba de tiempo de las políticas de austeridad en Ecuador» impuestas por los acuerdos de deuda.
La carta urgente se envía porque la fecha límite para que Ecuador reestructure 17.400 millones de dólares se cumple el 1 de septiembre de 2020; está condicionada al acuerdo del FMI.
La carta, redactada por el grupo de trabajo sobre justicia de la deuda de Internacional Progresista y firmada por 17 expertos académicos, pide al FMI que «asuma la responsabilidad del costo humano de sus políticas en Ecuador»; establece un camino político alternativo a seguir.
Los autores sostienen que el FMI «jugó un papel importante en llevar a Ecuador por un camino de austeridad fiscal desastroso»; con la inversión pública en salud recortada en casi dos tercios entre 2017 y 2019.
Ecuador y su sistema de salud han sido particularmente vulnerables a COVID-19, que la carta describe como «uno de los brotes más mortíferos del coronavirus en todo el mundo».
El Grupo de Trabajo expone los intereses del FMI después de que dijera que apoya el aumento del gasto público en salud en respuesta a la pandemia; aunque su préstamo de financiación de emergencia al Ecuador en mayo exige nuevos recortes. El Grupo escribe que «los impactos de la austeridad continúan siendo medidos en términos de vidas perdidas».
El Gobierno señalado como culpable en el análisis presentado
La carta critica el uso del estado de emergencia declarado en marzo de este año para imponer políticas antipopulares solicitadas por el FMI. Estas habían sido bloqueadas previamente por el parlamento y la protesta masiva, incluyendo la reducción de los derechos laborales, cambios en las leyes fiscales y la eliminación de los subsidios a los combustibles.
El grupo de trabajo sobre justicia de la deuda de Internacional Progresista establece un marco alternativo para la política del FMI; pide que se dialogue con el Fondo sobre un nuevo enfoque que:
Mide los efectos de las condiciones de política vinculadas a los préstamos sobre la clase obrera, las mujeres, lxs afroecuatorianxs y los pueblos indígenas;
Respeta los procesos democráticos, opera de manera transparente y no fuerce las decisiones políticas;
Promueve la reforma fiscal progresiva para ampliar la base impositiva mediante la imposición de impuestos a las grandes fortunas, los beneficios excesivos de las grandes empresas y la lucha contra la evasión fiscal;
Permite que el Banco Central del Ecuador adquiera títulos de deuda pública para financiar problemas de liquidez en situaciones de crisis;
Apoya la reestructuración ordenada de la deuda a nivel internacional, de acuerdo con los Principios Básicos para los procesos de reestructuración de la deuda soberana de las Naciones Unidas.