Quito, 04 abr (La Calle).- La secretaria de Derechos Humanos, Bernarda Ordóñez, dijo que aún no tienen los listados de los privados de libertad asesinados en la cárcel de Turi. Según la funcionaria en este momento se están realizando las autopsias.
“Los nombres y las listas oficiales se hacen despues de la autopsia. En este momento se toman huellas dactilares, con esto ya se establece los primeros perfiles o indicios que nos arroja el sistema que podrían ser las personas fallecidas. Luego de eso, se hace el protocolo de autopsia y con eso ya sabemos la identificación total y plena de la persona, se denomina protocolo de Minesota”, explicó Ordóñez.
Hasta el momento, el Ministerio del Interior reportó 20 privados de libertad asesinados, cinco mutilados y cinco con heridas de gravedad. Sin embargo, se estima que el número de víctimas aumentará en el transcurso de las horas.
Las familias de los fallecidos esperan por información en el Centro Forense de la penitenciaria.
Esta nueva masacre ocurrió la madrugada del domingo en los pabellones de máxima y mediana seguridad, según el ministro del Interior. Este trágico suceso se suma a las masacres ocurridas en la penitenciaría del Litoral que dejó mas de 300 reclusos asesinados.
¿Siguen las masacres, y el Gobierno?
¿Cómo es posible que el Gobierno normalice las muertes violentas de personas bajo su custodia?, es la interrogante que se hace la organización de defensa de los derechos humanos, Alianza contra las prisiones, tras lo sucitado, en la cárcel reginal de Azuay.
La organización insiste en que el Estado ecuatoriano es legalmente reponsable de velar por las personas privadas de libertad. A su vez, cuestiona el fácil ingreso de armas de alta letalidad a la cárcel y la participación de las autoridades en estos hechos.
“Seguiremos denunciando al Estado punitivo ecuatoriano, porque ha creado y sostiene una guerra de baja intensidad en las prisiones y barrios depauperrados de las principales ciudades del país”, indicó la organización.
Le puede interesar leer: Amotinamiento tiene lugar en la cárcel de Turi