Quito, 24 ene (La Calle).- La Corte Constitucional (CC) rechazó la recusación contra dos juezas del tribunal encargadas de evaluar la petición de Paola Roldán para despenalizar la eutanasia en el país.
La demanda fue interpuesta por representantes de una organización provida llamada Dignidad y Derecho, quienes argumentaron que las magistradas eran amigas cercanas de Farith Simon, abogado del caso. No obstante, la CC señaló que no existen elementos probatorios para la recusación.
La evidencia que presentó la organización fueron unas fotografías captadas en una reunión en una universidad. En las imágenes las juezas aparecen con el abogado Simon y otras personas. Los demandantes alegaron que «un observador razonable no podría objetivamente fundar una sospecha de parcialidad».
»A aquellos que se adueñan del título Provida, y a los que secretamente están detrás fabricando esas artimañas, les invito a que se amarren a su cama una semana, no 3 años y medio como a mí me ha tocado», dijo Roldán en su cuenta X.
Argumentó que no es fácil depender de alguien más para absolutamente todo. Hizo un llamado a la opinión pública para que tenga más empatía con su situación. Ahora, tras la resolución de la CC el proceso seguirá en marcha. La primera audiencia del caso fue el 20 de noviembre.
»Al siguiente que quiera escribirme para juzgarme, para decirme cómo debo vivir mi vida, o para moverse tras las sombras para que la Corte no pueda decidir con humanidad, apego al derecho y laicismo, NO lo haga a menos que se haya puesto en mis zapatos por al menos un ratito», dijo Roldán en su cuenta de X.
El Caso
En el mes de octubre del 2023, Paola Roldán, una mujer de 42 años presentó una demanda a la Corte Constitucional (CC) para la legalización de la eutanasia en el país.
“El que esto no esté legalizado, no significa que no esté ocurriendo. Esto ocurre tras bastidores, de maneras clandestinas, a medianoche, con historias clínicas cambiadas, con médicos que por compasión quieren ayudar a sus pacientes, con hijos que ante el desespero ayudan a su familia. Todo ocurre a la luz de la sombra. Con culpa, con riesgo, con miedo”, dijo al País.
Hace tres años le diagnosticaron esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad crónica que impide su movilidad, actualmente se mantiene con vida gracias a un respirador. Intentó curarse con diferentes tratamientos pero ninguno funcionó. Ante esta situación, planteó su deseo de decidir legalmente cuándo morir.
Actualmente vive junto a su hijo y esposo, y reposa en una cama hospitalaria adaptada en su casa ubicada en Cumbayá, Quito. Roldán demandó la inconstitucionalidad del artículo 144 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) relacionado al homicidio simple. (AGM).