Quito, 22 mar (La Calle).- La casualidad es el gran novelista del mundo, escribía Balzac. Pues bien, la víspera, una extraña casualidad partió la cotidianidad de los ecuatorianos. El auto exiliado Emilio Palacio volvió al Ecuador y el único que lo esperaba en el aeropuerto de Guayaquil fue Galo Lara.
No sorprende la cercanía del exconvicto y el exeditorialista de El Universo, por supuesto. Nada tendría de extraño, excepto porque a unos pocos kilómetros del lugar en el que ambos se abrazaban, y apenas cuatro horas más tarde, el hombre clave en el juicio que llevó a la cárcel a Lara era asesinado bajo la modalidad sicariato.
Alex Cedeño, el agricultor y testigo clave del Caso Quinsaloma moría a las 18:00. Él fue quien involucró a Lara como uno de los autores intelectuales del asesinato múltiple.
El caso
Los asesinatos, que conmocionaron a Los Ríos y al país en agosto de 2011, tuvieron lugar en el recinto Balserío. Las víctimas fueron Carlos Llanos, su esposa Silvia Parco y su hijo de tres años. Los tres murieron por machetazos y sus cuerpos arrojados en el río Umbe, a 200 metros de su casa. Su cama se redujo a escombros porque, además, le prendieron fuego.
El otro caso
En 2012, la Corte Nacional de Justicia de Ecuador ratificó una orden de prisión contra los directivos de diario El Universo, tras el juicio planteado por el expresidente Rafael Correa por injurias.
El exmandatario presentó un juicio contra los hermanos Carlos, César y Nicolás Pérez, directivos de El Universo, y contra el editorialista Emilio Palacio, quien tiempo después renunció al diario. Tras ello, se fue a Estados Unidos.
En diciembre de 2021, la defensa del Estado ecuatoriano permitió que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) asumiera la responsabilidad internacional del Estado ecuatoriano en el caso El Universo.