Publicidad spot_img

Apoya a Radio La Calle ($2,00)

Mensaje a los asambleístas | Opinión

Omar Jaén Lynch / Periodista y docente universitario

¡Vaya papa caliente que les tocó, muchachos! Los 137 asambleístas ecuatorianos están convocados a encender la cámara de sus dispositivos electrónicos el martes 24 de noviembre, a las 10:00. Los legisladores arrancarán a esa hora con el juicio político a la ministra de Gobierno, María Paula Romo, interpelada por su rol en las protestas de octubre de 2019.

Hubo que esperar más de 10 meses para que el proceso llegue al pleno. El agencioso presidente del Parlamento, César Litardo, tuvo bien guardado en su escritorio el pedido de juzgamiento contra la figura más poderosa del gobierno de Lenín Moreno. La presión fue tal que tuvo que dar paso al juicio, claro, después de que la propia Romo le dio “permiso” para hacerlo.

De por medio se dio la renovación de la Comisión de Fiscalización, paso obvio si se considera que varios de los comisionados cesados estaban implicados -en un grado u otro- en la trama del reparto de hospitales, tal y como también lo está la propia secretaria de Estado.

Ese cambio de integrantes de la Comisión fue un momento de quiebre. Quien ahora está en el banquillo de los acusados se sentía confiada de sus leales en la mesa de Fiscalización, esos peones con quienes chateaba alegremente y de los que recibía “recomendaciones” para posesionar funcionarios. Pero el pleno se le rebeló. Ahora hay una nueva configuración, unos nuevos rostros que, al parecer, ya no están dispuestos a seguirle el juego a la todopoderosa.

Los defensores de Romo

Como era de esperarse, la llegada del juicio al pleno motivó que los cachiporreros mediáticos salieran a defender a ultranza a Romo. Retahílas de tuits y artículos de opinión en medios tradicionales intentan posicionar la “injusticia” que sufre la “giganta”. Nada de sorpresas, las mismas voces que por 42 meses han solapado las atrocidades del Gobierno (con tal de que persiguieran al correísmo) ahora salen como escuderos de Romo.

La presión ha sido grande y vehemente. El blanco es el pleno del Legislativo. Los objetivos son las curules. Se ha posicionado que es ilegítimo que una Asamblea con apenas un 4% de aceptación censure a una ministra. Lo que obvian adrede es que Moreno y su gabinete en pleno están por el 6% de aprobación. Así que entre impopulares y repudiados por el pueblo se dan.
Por ahí salió uno de esos “periodistas pagos” a decir que Romo tiene un “altísima aceptación ciudadana” y para probar eso recuerda los artículos de opinión de los Pérez Loose, de los Hernánez, de los Jijón, los tuits de las amigas de la poderosa de la ministra y de un Simón Espinosa que está teniendo una lamentable senectud. Es de risa pensar que esos articulistas o “influencers” representen el sentir de un pueblo. Vayan a la Entrada de la 8 en Guayaquil, a la Lucha de los Pobres en Quito, a La Revancha en Manta o a San Antonio de Quisapincha en Ambato y pregunten qué opinan de María Paula Romo. Se llevarán una fea o grata sorpresa, según su conveniencia.

Todo este convulso y denso panorama precede al juicio a la funcionaria, la mandamás de la Policía Nacional. Y eso que aún faltan los titulares y artículos de lunes y martes. La presión en Twitter, sobre todo, incrementará a pocas horas de la interpelación. Y aquí es donde se amerita una pausa.

Señores asambleístas, asuman su responsabilidad

Señores asambleístas, recuerden que si bien en Twitter se debate de política, no es ni de cerca el sentir del país. Apenas un 7% de ecuatorianos está en la red social y por más tendencias que se haga, el ciudadano de a pie no está conectado con la burbuja del “pajarito azul”.

Señores asambleístas, los medios de comunicación ni sus editorialistas reflejan el sentir de la ciudadanía. Ha sido más que notoria esa desunión entre medios y el pueblo. Cada vez es más palpable que manejan sus propias agendas, alejadas del sentir de la población.

Señores asambleístas, su aceptación está por los suelos, no habrá nada que puedan hacer para repuntar su imagen ante el pueblo. Pero al menos tienen esta nueva oportunidad para demostrar que pueden actuar sin ser compinches del poder de turno.

Señores asambleístas, no intento decirles cómo votar, pero sí los emplazo a que analicen a conciencia y sin presiones de cualquier tipo si María Paula Romo tiene responsabilidad política por lo de octubre de 2019, si fue un delito haber utilizado gases lacrimógenos caducados contra población civil, si fue un delito lanzar bombas lacrimógenas contra sitios (centros de paz) que albergaban familias enteras. Y si consideran que la ministra no tuvo responsabilidad política en lo anterior, ¿por qué no sancionó a los elementos policiales que sí actuaron contra la población civil?

Señores asambleístas, sea cual sea su voto, igual tomaremos nota y nunca lo olvidaremos.

Más artículos de Omar Jaén Lynch