Argentina condena a pena máxima los delitos en Campo de Mayo durante la dictadura

Quito, 07 jul (La Calle). – Un tribunal federal de Argentina sentenció a 19 personas imputadas por delitos de lesa humanidad contra 323 víctimas en Campo de Mayo, el centro clandestino de torturas más grande durante la dictadura (1976 -1983).

El excomandante Santiago Omar Riveros y otros nueve imputados recibieron la pena máxima. Los demás recibieron penas de entre cuatro y 22 años en la sentencia de uno de los mayores juicios por delitos de lesa humanidad de la historia argentina.

Campo de Mayo, a menos de 30 kilómetros de Buenos Aires, es el mayor complejo del Ejército de Argentina, con 5. 000 hectáreas. Durante el régimen militar que estuvo en el poder entre 1976 y 1983, funcionó allí de clandestina un centro de detención y torturas y una maternidad en la que mujeres dieron a luz bebés que después se entregaron a apropiadores bajo otra identidad. 

La lectura de la sentencia duró dos horas. El tribunal encontró a Riveros culpable de los 200 delitos, entre ellos privación ilegal de la libertad e imposición de tormentos agravados.

Delitos de lesa humanidad

Riveros ya había recibido la pena máxima en más de una docena de juicios, entre ellos en el histórico veredicto del pasado lunes, que consideró real la existencia de ‘vuelos de la muerte’ que partieron desde Campo de Mayo con detenidos a los que arrojaron vivos desde el aire al Río de la Plata. El exjefe militar, de 98 años, escuchó el veredicto desde su casa, donde cumple prisión domiciliaria debido a problemas de salud.

La sentencia del 6 de julio llega después de tres años de audiencias. La mayoría fueron de forma virtual debido a la pandemia de coronavirus. Los jueces escucharon a más de 700 testigos.

Entre las 323 víctimas hubo 14 mujeres embarazadas cuyos hijos e hijas fueron apropiados. Entre ellos está Juana Colayago, con un embarazo de seis meses cuando la secuestraron junto a su marido, Egidio Battistiol, y Leonor Landaburu, quien cursaba la última etapa de su embarazo. El secuestro de ambas mujeres sucedió en agosto de 1977 y a sus hijos aún los buscan las Abuelas de Plaza de Mayo.

Los organismos de derechos humanos estiman que al menos 4.000 detenidos pasaron por Campo de Mayo, de los que sobrevivió menos del 1%. El pasado 4 de julio, otro tribunal federal de San Martín consideró probada la existencia de los vuelos de la muerte como método de exterminio y condenó a cuatro exmiembros del Batallón de Aviación 601 a cadena perpetua por su responsabilidad y participación en estos vuelos.

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