Quito, 1 mar (La Calle).- El viceministro del Interior, Max Campos, señaló a PRIMICIAS que, en en el Ecuador, solo el 10% de las muertes violentas llega a esclarecerse y el 90% se mantiene en investigación. Apenas el 5% de casos obtiene una sentencia.
Hasta finales de febrero se contabilizaron alrededor de 568 muertes violentas. Y para iniciar la investigación sobre estos decesos, se debe abrir un expediente bajo la presunción de asesinato, ya que es más fácil conseguir pruebas. Sin embargo, dada que la modalidad que predomina es el sicariato, el proceso para conseguir los indicios es muy largo.
El Proceso
En el proceso de investigación de las muertes violentas actúan en tres unidades: la Fiscalía General del Estado (FGE), los policías de investigación de la Dirección de Muertes Violentas (Dinased) y los peritos del laboratorio de Criminalística.
Primero, los policías de la Dinased recopilan información con los familiares del fallecido y presuntos testigos. No obstante, debido a que el delito está relacionado al sicariato, las personas prefieren guardar silencio por miedo a las consecuencias.
Los agentes policiales «buscan los indicios balísticos como el arma que fue utilizada, cuál era la posición del tirador o qué vehículo utilizaron», reseñó el medio. Sin embargo, como menciona el funcionario, solo el 10% de casos llegan a esclarecerse. Una de las causas de estos deficientes resultados es la falta de calidad en las pruebas entregadas.
Una problemática que aqueja es que Fiscalía empieza la investigación con la denuncia de los familiares de la víctima. Sin embargo, ello no implica que la autoridad realice el seguimiento hasta finiquitar el caso con una sentencia.
El 2% de casos logra sentencia
Primicias recoge que de 12.146 causas abiertas por delitos relacionados al crimen organizado, solamente 747 lograron una sentencia. Esto es apenas el 2% de la totalidad de casos.
El 98% casos restantes continúa en una de las 27 etapas procesales del sistema judicial del Ecuador.
Los crímenes por estas causas se tipificaron entre asesinato, delincuencia organizada, homicidio y sicariato entre 2019 y 2022.