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Aparecen dudas sobre la muerte de Norero

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Quito, 05 ene (La Calle).- La justicia volvió a tener sus reservas de si el narcotraficante Leandro Norero, quien murió durante un motín carcelario en Latacunga el 3 de octubre del 2022, fingió o no fingió su fallecimiento.

Con la petición del periodista Cristian Zurita de que se exhumen los restos de Norero para comprobar si se trata de él, empiezan a aparecer las dudas sobre su muerte. Según diario La Hora, fuente judiciales expresaron que se pidió un examen de ADN de Norero cuando fue asesinado, pero que no sucedió.

Después de su deceso, al cuerpo de Norero, alias ‘el Patrón’, lo trasladaron a la morgue de Ambato y posteriormente a Guayaquil. La familia informó que reconocieron el cuerpo debido a los tatuajes ya que Norero lo degollaron y balearon. Se solicitó desde la función judicial las huellas digitales, pero nunca se entregaron.

Primer acto

El tráfico de estupefacientes y la manutención de células delictivas no eran una actividad exclusiva de Norero en territorio ecuatoriano, también llevó sus negocios al Perú. En mayo de 2014, la policía antinarcóticos del aeropuerto Jorge Chávez de Lima detuvo a dos ecuatorianos que pretendían viajar a República Dominicana. Ambos jóvenes acusaron a Norero de ofrecerles USD 4.000 para ser ‘mulas’. Habían ingerido un kilo de cocaína envuelta en látex, práctica común para transportar droga en seres humanos.

Cuando encontraron a Norero, un juez pidió prisión preventiva, pero ‘el Patrón’ se fugó. En 2019 fue herido en Guayaquil y las autoridades peruanas pidieron su extradición. Volvió a evadirse fingiendo su muerte.

Según el diario El Universo, la documentación falsa que confirmaba la muerte de Norero se tramitó en Farrañafe, una pequeña localidad de Lambayeque, a 784 kilómetros al norte de Lima, Perú. En el acta de defunción, el narcotraficante había muerto por covid-19 en una vivienda de El Paltar. Por este delito estuvo relacionado el peruano Darwin Soto Martens, que declaró el uso de sus documentos al robárselos.

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