Quito, 09 ago (La Calle).- Si bien la violencia con la que asesinaron a Fernando Villavicencio la tarde del 09 de agosto es atroz, recibió tres disparos en la cabeza, hay un antecedente histórico de un candidato presidencial asesinado, un caso que no tuvo cierre ni justicia verdaderos. Se trata de Abdón Calderón Muñoz.
Economista de profesión, este político liberal fundó el Frente Radical Afarista (FRA), pero empezó su carrera política como miembro activo del Partido Liberal Radical Ecuatoriano cuando estudiaba en la Universidad de Guayaquil. Eso le sirvió para que en el 1961 lo eligieron concejal de Guayaquil y en 1962 presidió el consejo.
En 1965 fungió como director supremo del Partido Liberal Radical. Lo conocieron por oponerse a la Junta Militar de Gobierno. Le valió para ser diputado al Congreso en 1966 y a la Asamblea Nacional Constituyente en 1967.
En 1972 por discrepancias ideológicas y personales con otros miembros del Partido Liberal se separa del mismo y funda con algunos coidearios el Frente Radical Alfarista (FRA). Durante los años 70 en el gobierno militar de Guillermo Rodríguez Lara y el triunvirato militar, denunció los contratos en torno al inicio la explotación petrolera en la región amazónica.
Por sus denuncias contra la dictadura se autodenominó como el fiscal del pueblo. En 1978,, el país empezó una transición del gobierno militar a uno democrático. El FRA postuló a Calderón Muñoz como su candidato presidencial.
Su asesinato
Por su constante oposición y denuncias a la dictadura del Consejo Militar de Gobierno, el general Bolívar Jarrín Cahueñas, ministro de Gobierno, dio la orden de ejecución a Calderón Muñoz por «atentar contra el régimen militar».
Abel Salazar, el otro autor intelectual, contrató dos sicarios Guillermo «Plin» Méndez y Luis Oswaldo García Almeida alias «Gordo Lucho». En Guayaquil el 29 de noviembre de 1978, próximo hacia las 20 horas saliendo de una logia masónica en el Templo Masónico en Lavayen y Ayacucho, a la cual Calderón Muñoz pertenecía, García Almeida realizó tres disparos en contra de Calderón Muñoz, huyendo después en una motocicleta que manejaba Guillermo «Plin» Méndez, pese a la gravedad del atentado Calderón Muñoz sobrevivió y en el afán de salvarle la vida se lo condujo en un avión ambulancia al Hospital Andersen de Miami, Estados Unidos. Falleció el 9 de diciembre de 1978.
Si bien se condenaron a los actores materiales, no fue así con los intelectuales, ya que el hecho no se declaró como crimen de Estado. En su funeral lo acompañaron cientos de seguidores exigiendo justicia. (MIB)