Animales como elementos disuasivos: las victimas silenciosas de la fuerza policial

Roberto Hidalgo Averos, redactor

Quito, 14 de ago, (La Calle). – Durante las manifestaciones, convocadas el 11 de agosto por sindicatos, docentes y el movimiento indígena, se encontraron cercos policiales con perros, como elementos para disuadir a los manifestantes,

El uso de perros y caballos representa un riesgo para los protestantes y para los propios animales, pues están expuestos a un enorme estrés. En las manifestaciones, ellos también son víctimas.

Los perros son blanco fácil de pedradas, resbalan, caen, y son utilizados para atacar a seres humanos. Por otro lado, los caballos que son empleados también para dispersar multitudes, pueden llegar a sufrir quemaduras, caídas y hasta heridas corto punzantes.

Ecuador no cuenta con leyes a favor de los animales para evitar exponerlos, en este tipo de eventos, que ponen en riesgo su bienestar. Tampoco existe un impedimento para que las fuerzas policiales entrenen perros de ataque.

Efectos de los gases

Durante las manifestaciones, el uso de gases es muy común. Se utiliza dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre o gas pimienta y gas lacrimógeno, que pueden ser inhalados o absorbidos a través de la piel o las mucosas.

Los animales se ven afectados en la misma medida que lo hacen los humanos. Pueden presentar lagrimeo excesivo y constante, ardor y dolor en los ojos, la nariz o la boca, irritación del tracto respiratorio con estornudos, etc.

Lo recomendable sería no llevar a animales a las manifestaciones y, por parte de las Fuerzas Policiales, no usarlos como elementos para dispersar las manifestaciones.

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