Quito, 31 oct (La Calle).- El exsecretario de Comunicación, Andrés Seminario comentó que trabajar con el presidente Guillermo Lasso fue incómodo. Detalló que no lograron coincidir en algunos temas de comunicación.
Seminario mencionó que en los seis meses que estuvo en la Secretaría de Comunicación, palpó el «divorcio» entre la comunicación y la política dentro del régimen. Aseguró que si un presidente no tiene política lo que comunica no tendrá sustento.
«Si todos esos problemas son contínuos no habrá creatividad que lo ayude si no tiene un buen contenido», apuntó en Otro Relato.
El exsecretario señaló que los relatos de los «aleados comunicacionales» de Lasso fueron influyentes en los discursos y algunas de sus decisiones. Recalcó que en varios momentos se tuvo que «poner en la mesa» los comentarios de terceros para discutirlos.
«Eran importantes porque los relatos construyen o destruyen a una persona o estilo. Más de un comentario nos llevó a plantearnos si era o no correcto lo que hacíamos», repitió.
La caída de Lasso
Seminario manifestó que Lasso tenía una reputación del 17 % al 18 %, en términos nacionales, cuando inició su mandato. Sin embargo, un mes después lograron posicionarlo en el 30 % y 31 %, pero luego de la investigación de La Posta bajó nuevamente al 17 %.
Enfatizó que no solo las acciones del mandatario hicieron que baje de puesto, sino también el círculo que mantenía desgastaron el gobierno.
«Todas esas actitudes y acciones influyen para bien o para mal. No se trata solo de uno, sino de su círculo», refirió.
Anotó que el constante «juego de confrontación» también fue un punto que agotó a los ecuatorianos. Es decir, el hecho de que cada vez responsabilice a otros factores y a otros actores de sus actos fue un discurso cansado para los ecuatorianos.
«A la gente ya no le importa eso, ellos querían y quieren soluciones a los problemas que aquejan al Ecuador», mencionó.
Sobre su salida
Seminario fue el cuarto secretario de Comunicación que tuvo Lasso, sin embargo, las «buenas relaciones» solo duraron seis meses. En entrevistas pasadas, el exservidor relató que ya había intentado salir del gobierno por varias ocasiones, pero Lasso no quiso aceptar su renuncia.
Seminario aceptó que luego de que el presidente mencionara en televisión abierta que «el único problema que tiene su gobierno es la comunicación», no tuvo otra opción que renunciar.
«Al inicio no me dijo nada cuando le comenté que ya no podía seguir. Al final, solo me dijo que su reputación estaba en juego y le comenté que la mía también», afirmó.
«Una lección aprendida»
En el artículo que escribió Seminario critica la visión con la que se ha manejado el primer mandatario y el sesgado pensamiento que tiene al no comprender los problemas que golpean a los ecuatorianos.
“Cuando el liderazgo se enerva, el líder cede el derecho del enojo social a la oposición… o a la gente”, detalla el escrito.
Además, el exsecretario aseguró que cuando un Gobierno enfoca su discurso en historias o a defender posturas pierde el horizonte del bienestar social y permite que otras ideas se instalen en la gente. “Todo gobierno debe hablar con hechos de importancia para la gente”, expresó.