Quito, 27 Jul (La Calle).- Después del último arranque, Alexandra Escobar se cubrió el rostro con las manos. La congoja de no poder lograr levantar 95 kg era visible. A la pesista le falta una medalla olímpica en su gran carrera deportiva. Una que lamentablemente no pudo conseguir en Tokyo 2020. Sus quintos y últimos Juegos Olímpicos.
“No quiero retirarme de esta manera, así tan feo […] Eran mis últimos juegos olímpicos y quería cerrarlos con broche de oro, hacer una buena competencia, aunque no estuviera en el podio, pero hacer una buena competencia, esos cinco o seis intentos, y nada más”, le dijo a la prensa después de su participación.
Alexandra fue muy dura con ella en sus declaraciones. «No me enfoqué, me presioné mucho». No hay que sorprenderse, mucho del tesón de los atletas ecuatorianos viene de la disciplina con la que entrenan y no conseguir el objetivo siempre duele.
Pero en algo estamos de acuerdo con ella. «Me entrené muy duro».
Una leyenda
Jefferson Pérez y ahora Richard Carapaz son los deportistas varones que más lejos han llegado a nivel olímpico. Alexandra Escobar, en cambio, con su trabajo silencioso ha logrado que la mujer también tenga una destacada participación en el deporte de élite.
Escobar nació en Rocafuerte, provincia de Esmeraldas el 17 de Julio de 1980. A los 18 años empezó en la halterofilia y su palmarés incluye medallas de oro en los Juegos Panamericanos de 2001, 2002, 2003 y 2004. Dos mundiales absolutos en 2001 y 2003.
En los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, Pekín 2008 y Río 2016 obtuvo diplomas olímpicos. No obtuvo medallas olímpicas, pero allanó el camino para que atletas como Angie Palacios ingresen al levantamiento de pesas. Sus 23 años de carrera la ratifican como una leyenda en el país a la que siempre vamos a agradecerle.