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Adiós Vicente: el último vuelo del Rey

Quito, 12 dic (La Calle).- Con una gran sonrisa y su icónico bigote, Vicente Fernández llevaba la música ranchera a los escenarios de México. Con su muerte se va uno de los últimos y más importantes representantes de la música ranchera. Dueño de una voz excepcional que transmitía el dolor y las penas que produce el amor perdido, pero también la alegría de quién fuera “El Rey”.

El “Chente” nació el 17 de febrero de 1940 en Jalisco. A los 14 años participó en un concurso para amateurs en Guadalajara y obtuvo el primer lugar. Empezó a cantar en bodas, fiestas, restaurantes y reuniones familiares, mientras ayudaba en casa vendiendo lechuguillas de agave.

En 1960 actuó con gran éxito en un programa de televisión llamado La calandria musical, transmitido en la ciudad de Guadalajara. Poco después se mudó a México DF.

El 27 de diciembre de 1963 se casó con María del Refugio «Cuquita» Abarca Villaseñor, vecina suya en Guadalajara. La pareja tuvo tres hijos: Vicente, Gerardo, Alejandro y adoptaron a Alejandra.

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El éxito

En el verano de 1966 firmó un contrato con CBS México (ahora Sony Music) donde grabó sus primeros éxitos: Perdóname, Cantina del barrio y Tu camino y el mío. Le siguieron una serie de álbumes con ventas importantes, incluyendo Palabra de Rey, Vicente Fernández y Ni en defensa propia.

Su canción más importante es Volver, volver (1972). Lo consolidó como uno de los más grandes cantantes rancheros de todos los tiempos. Con esta canción rompió todos los récords de ventas en Hispanoamérica, España y Estados Unidos.

De allí seguirían discos en homenaje a Agustín Lara y José Alfredo Jiménez, también canciones junto a su hijo Alejandro y otras colaboraciones.

Debutó en el cine en 1971, en Tacos al carbón. Tres años después protagonizó su primer éxito cinematográfico, La ley del monte

La dinastía

La dinastía Fernández que empieza con Vicente, la continuó su hijo Alejandro quién también cantar ranchera, sin embargo, también ha lanzado álbumes populares en otros géneros.

El miembro más joven de esta dinastía es el hijos de Alejandro, Álex Fernández que con 28 años mantiene vivo el legado de su abuelo y la música ranchera.

Ahora “Chente” se coloca a lado de grandes como Jorge Negrete, José Alfredo Jiménez, Antonio Aguilar. Uno de los bastiones de la cultura musical mexicana.