Quito, 27 jul (La Calle).- Las altas temperaturas a las que se somete el planeta durante este verano llevaron al secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, a decir que «la era del calentamiento global terminó. Ahora es el momento de la era de la ebullición global».
Esto no es una exageración, ya que el Servicio de Cambio Climático de Copernicus de la Unión Europea y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) definieron a julio de 2023 como el mes más caluroso registrado en la historia. «Hemos registrado los tres días más calurosos y las temperaturas más altas para estas épocas del año desde que tenemos registros», explicaron.
Estas mediciones están relacionadas con las olas de calor en Europa, Asia y Norteamérica así como los incendios forestales en Italia, Grecia, Argelia y Canadá. El secretario general de la Organización Meteorológica Mundial, Petteri Taalas, aseguró que este es un anticipo del futuro que viviremos si no tomamos medidas. «La necesidad de reducir emisiones de gases de efecto invernadero es más urgente que nunca», explicó. «La acción climática no es un lujo, es un deber».
Responsabilidad de los Estados
En su discurso del 27 de julio, Guterres buscó tocar la sensibiliddad de los gobernantes al tiempo que pidió la inversión de más dinero para mitigar este problema. El Acuerdo de París, firmado en 2015, comprometía a los países ricos a la entrega de USD 100.000 a los países en desarrollo para hacer frente al cambio climático.
La meta debía cumplirse en 2020, pero no sucedió. Asimismo, el secretario de la ONU solicitó a los países del G20 mjorar sus planes para reducir las emisiones de carbono.
«Necesitamos planes creíbles para salir del carbón en 2030 para los países de la OCDE y para 2040 en el resto del mundo», dijo.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, respondió a las declaraciones de Guterres. Se refirió al cambio climático como “una amenaza”, dijo que el calor extremo le está costando al país “USD 1.000 millones al año”. También reconoció que 100 millones de estadounidenses están siendo afectados por temperaturas récord. (MIB)