Apoya a Radio La Calle ($2,00)

Abad: “Quieren callarme para no interferir en la campaña”

Quito, 10 sept (La Calle).- La vicepresidenta Verónica Abad se trasladó a Turquía por orden del presidente Daniel Noboa, sin embargo, mencionó que este traslado no estuvo bien organizado y buscan silenciarla.

“El Gobierno busca acallarme una vez más para que no interfiera en su campaña política, en la que evidentemente ya está inmerso. Mi traslado a Turquía no ha sido debidamente preparado. Hemos estado en diversas mesas de trabajo donde se han cometido atropellos administrativos que vuelven a afectar a mi familia”, le dijo a diario El País.

Agregó que le plantearon dejar a sus hijos en Israel y que ella vaya sola a Turquía. ” No es cierto que el traslado sea por razones de seguridad, el Gobierno y la canciller mienten. El equipo diplomático, por ejemplo, ha decidido quedarse en Israel, mientras que yo tengo que irme sola”.

La segunda mandataria añadió que no tiene designadas funciones en el país al que va, pero que el comunicado del viceministro de Relaciones Exteriores, Augusto Barberis, indica que no puede hacer declaraciones sobre el conflicto en Medio Oriente o la política interna de Ecuador. “He solicitado explicaciones sobre por qué me envían a Turquía, pero hasta ahora no he recibido respuestas. Estas son las presiones para que renuncie y abandone el cargo por mi cuenta”.

Elecciones 2025

Sobre las acciones del presidente, Abad se pregunta qué más va a hacer el mandatario para forzar su renuncia teniendo en cuenta que deberá ocupar el cargo presidencial durante la campaña electoral. “No es una cuestión de voluntad, es lo que dicta la Constitución. El presidente ha decidido participar como candidato, es su derecho, pero debe renunciar a su cargo, porque las elecciones deben ser democráticas y justas”.

La vicepresidenta expresa que lo único que falta es que le quiten la vida y espera que el presidente sea respetuoso de la constitución al momento de ceder el poder. Asimismo no sabe el porqué se eligió Turquía para su traslado. “Lo único que falta es que me quiten la vida. Porque no existe otra forma, ni el Gobierno noboísta puede inventarse un mecanismo para evitarlo (…) La vicepresidenta no es un objeto de uso para un presidente”.