Quito, 13 sept (La Calle).- El ministro del Interior, Juan Zapata, indicó que el combate a la inseguridad debe ser una lucha tripartita entre la Policía Nacional, las autoridades y la ciudadanía debido al cambio de amenaza en el país. También se refirió, someramente, a la amenaza de bomba en la cárcel La Roca.
«A las 4:30 nos comunicaron de la presencia de este artefacto. La unidad de explosivos de la Policía Nacional realizó. Antes manejábamos delincuencia común, ahora es el crimen organizado. No podemos romper la trilogía: comunidad, autoridad y policía. Deben vernos unidos», dijo el ministro en entrevista con Radio Municipal.
Una amenaza grave
Zapata explicó que la relación bandas delincuenciales / carteles transnacionales torna mucho más grave la situación. «Antes el destino de la droga era EE.UU., ahora son los mercados europeos porque cuesta más, está a USD 50.000 el kilo. Incautamos 506 toneladas de cocaína con un valor de USD 36.000 millones de afectación. Ecuador se convirtió en un país tránsito acopio y consumo», expresó.
Para el ministro, la seguridad integral es «un tema de Estado y el Estado somos todos. La norma no nos ayuda para nada, la Asamblea debe hacer reformas a la ley para que enfrentemos la compleja situación. No tuvimos fase de contención durante los períodos anteriores».
Como ejemplo, refirió a la Ley del uso progresivo de la fuerza. «En 54 enfrentamientos con el uso de la fuerza se neutralizaron a los 54 sospechosos porque tenemos una norma que nos protege y permite trabajar».
Sobre esta trilogía de lucha por la seguridad, explicó que ya se está trabajando con los gobiernos locales. El Municipio de Quito está entregando equipos y dando mantenimiento a las UPC, al igual que la empresa privada. Se reunirá con el Municipio de Cuenca para firmar un convenio de seguridad y la Prefectura del Azuay entregará motocicletas y equipos de reconocimiento facial.
Presupuestos
Sobre el tratamiento de los presupuestos, Zapata enfatizó que la ejecución se refleja una vez se realice la entrega de las herramientas, lo que sucederá entre octubre y diciembre de este año antes de dejar el cargo.
«No soy un improvisado de la función pública y sé cómo funciona la contratación. Llevo 11 meses de ministro y los presupuestos de ejecución son anuales. (…) En el caso del Ministerio y la Policía, las herramientas se adquieren en el extranjero porque no hay fabricación nacional. Ya están firmados los chalecos del eje preventivo. A finales de este mes nos entregarán esa herramienta. Los chalecos constituyen el 43% de la ejecución del presupuesto y a eso se suman herramientas como armas, balas, entre otros. A principios de diciembre superaremos el 94% de la ejecución presupuestaria».
El funcionario expresó que dejará la función pública cuando este gobierno termine su período en diciembre. «Cuando uno da alma, corazón y vida a su trabajo, a su país, yo me voy tranquilo. Siempre estaremos al servicio del que venga, pero ya no en la función pública. Mi familia ha dicho ya que no más trabajo en el sector público, pero si puedo transmitir mi experiencia a quienes lo necesitan. Será mi último cargo público en mucho tiempo». (MIB)