Quito, 04 sept (La Calle).- Tres generaciones le tomó al clan Noboa posicionarse como una de las familias más millonarias del país, sin embargo, detrás del levantamiento de sus empresas se encuentran las deudas en firme con el SRI y obligaciones patronales en mora.
Según datos del Servicio de Rentas Internas (SRI), la Exportadora Bananera Noboa S.A. actualmente registra más de USD 88 millones de deudas firmes. Además, el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) reportó obligaciones patronales en mora por un valor de USD 18,465.89 y 30 glosas impugnadas por un valor de USD 29,742.76.
Hoy en día, el representante legal de la bananera es Roberto Ponce Noboa, primo del empresario y seis veces candidato presidencial, Álvaro Noboa.
La cadena pesada de las deudas
Los problemas de adeudamiento del Grupo Noboa son una cadena de años atrás. El 21 de octubre del 2011, el exdirector del SRI, Carlos Marx Carrasco informó que la Bananera tenía una deuda fraudulenta de USD 146 millones, producto de determinaciones e intereses del 2005.
Un día después del anuncio, el director jurídico de Bananera Noboa, Fernando Alarcón aseguró que la empresa no estaba en quiebra y seguirá normalmente con sus actividades.
Más tarde, en mayo del 2013, el Estado embargó la Hacienda Clementina (propiedad del Grupo Noboa), por una deuda de USD 102.3 millones.
El remate de la hacienda constituyó una enorme caída para su imperio y plantearon al SRI una nueva propuesta de pago, sin embargo, la institución rechazó su alternativa porque no era concreta.
Los trabajadores del lugar adquirieron un crédito a 15 años plazo para ser los nuevos dueños de la propiedad, pero no pudieron liquidar el préstamo. En 2022, la hacienda pasó a manos de la Corporación Financiera Nacional (CFN).
¿Las offshore de Noboa?
Según información de la Superintendencia de Compañías, antes de inscribir su candidatura Daniel Noboa fue accionista de Industrial Molinera C.A. (empresa de su familia), que tiene como beneficiarios finales a sociedades ubicadas en Bahamas y Panamá.
De acuerdo a un análisis del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Central (IIE), en la primera vuelta de las elecciones anticipadas el 50% de contendientes a la Presidencia ha tenido vínculos con paraísos fiscales.
Por otro lado, Noboa encabezó la lista de candidatos con divisas valoradas en más de USD de USD 1 millón. El segundo lugar lo ocupó Xavier Hervas con USD 328 mil y Sonnenholzner con USD 16 mil. ”Cómo cuidar la dolarización: Impedir la fuga de capitales”, dijo el economista Jonathan Báez en su cuenta de X.
Según Radiografía Política de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo, la última declaración de bienes de Noboa Azín al llegar a la Asamblea registra activos avaluados en USD 1,502,889.42 pasivos por USD 859.041,14 y un patrimonio de USD 643.848.28.
Cuando dejó el Legislativo declaró cerca de USD 2.500 en sus cuentas bancarias y acciones de empresas avaluadas en USD 400. Lo interesante de esta declaración es que ni siquiera estaba el registro de un automóvil ni su casa ubicada en Santa Elena con un valor de más de USD un millón.
¿Cómo nació la fortuna de los Noboa?
El origen del poder económico de los Noboa se remonta hace tres generaciones, en donde Luis Noboa Naranjo inició un imperio. El empresario nació en una familia modesta de Ambato, hijo de un odontólogo y una costurera.
Tras el fallecimiento de su padre tuvo que mudarse junto a sus hermanos y su madre a una vieja cabaña, en Guayaquil, la situación empeoró y a veces no tenían para comer. Más tarde, Noboa trabajó como vendedor de lotería y luego laboró como conserje en el Banco Sociedad General de Crédito.
Luego tomó un curso de nocturno de contabilidad en el Colegio Marcos A. Reinoso. y empezó a pedir varios préstamos en el banco que trabajaba, los valores iban desde los tres mil sucres hasta llegar a los diez mil, con este último crédito para participó en un remate en la aduana.
El dinero obtenido en este último negocio le permitió comprar una vivienda a la que transformó en una casa de cambio. El local se encontraba cerca del Banco La Previsora y entabló amistad con el gerente de la entidad, Víctor Estrada.
El gerente le ofreció ser accionista minoritario en “Comandando S.A”, dedicada a la importación y representación de empresas norteamericanas. Esta alianza fue la catapulta de su triunfo pues su fortuna despegó con la exportación de arroz.
Durante la década de los 50 exportó banano para la Standard Fruit Company, una transnacional estadounidense que llegó al país debido a problemas con sus plantaciones en Panamá. En aquel tiempo, las exportaciones de banano eran apenas del 4 %.
Noboa empezó a exportar banano por cuenta propia a Europa y otros lados del mundo. Luego adquirió la concesión de la marca Quaker Oats y compró Molinos Poultier, así surgió la Industrial Molinera y la Exportadora Bananera Noboa.
El patriarca de la fortuna murió en 1994 con USD dos millones de capital y dejó la herencia de su trabajo a su familia. No obstante, las empresas Noboa han estado envueltas en escándalos de deudas e incluso trabajo infantil. (AGM).