Quito, 13 jul (La Calle). – El propietario de una hostería en Tulcán, provincia del Carchi, habría ocultado cámaras de vídeo en las habitaciones de su negocio para grabar los momentos de intimidad sexual de los huéspedes, sin su consentimiento.
El 13 de julio la Fiscalía General del Estado (FGE) presentó cargos penales por violación a la intimidad en contra del ciudadano Byron Vladimir. Un juez ordenó la prohibición de salida del país y presentaciones periódicas cada cinco días. La audiencia de juzgamiento se fijó para el 28 de julio.
La detención se realizó luego de constatar que, en las habitaciones de la hostería, ubicada en la vía a Urbina, existían cámaras de video escondidas en parlantes de música.
Al revisar los sistemas de grabación del lugar, los agentes de policía encontraron escenas sexuales de las personas que usaban las habitaciones, sin tener conocimiento de que estaban siendo grabadas.
El personal de Criminalística acudió al lugar para fijar los indicios encontrados en el interior de las habitaciones: cinco parlantes de color negro con cinco cámaras de video en su interior, tres sistemas de grabación (DVR), un monitor de pantalla, las grabaciones de los videos íntimos.
¿Qué dice la ley?
Según el artículo 178 del Código Integral Penal (COIP) puede existir una pena de uno a tres años de prisión por este delito.
Art. 178 – Violación a la intimidad. – La persona que, sin contar con el consentimiento o la autorización legal, acceda, intercepte, examine, retenga, grabe, reproduzca, difunda o publique datos personales, mensajes de datos, voz, audio y vídeo, objetos postales, información contenida en soportes informáticos, comunicaciones privadas o reservadas de otra persona por cualquier medio, será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años. (A.G.M)